El mundo no nos pertenece. Si tiene un dueño que es tan estúpido como para quererlo tal como es, que se lo quede. Dejémosle contar ruinas en lugar de edificios, cementerios en lugar de ciudades, lodo en vez de ríos y fango infecto en vez de mares.

Nunca dejes de luchar¡¡

'feminicidio o auto-construcción de la mujer

PARA QUE AUMENTE EL CONOCIMIENTO DEBE EXISTIR EL DESACUERDO. Y ESTE PROGRESO DEL CONOCIMIENTO SE PRODUCE A PARTIR DE LA ENUNCIACIÓN DE TEORÍAS AUDACES Y SU CONTRASTACIÓN Y DISCUSIÓN CRÍTICA. PARA EL AVANCE Y EL AUMENTO EN LA PROFUNDIDAD DEL CONOCIMIENTO SE PRODUCE A TRAVÉS DE PROPONER IDEAS AUDACES Y TRATAR DE PROBARLAS, DE CONVERSACIONES, DE DISCUSIONES, EN LAS QUE LOS INTERLOCUTORES, DESDE PUNTOS OPUESTOS, VAN DEFINIENDO CONSTRUYENDO UNA FORMA DE INTERPRETAR SU ENTORNO.

CAPITALISMO

CAPITALISMO
No es natural sentirse bien en un mundo enfermo, y lleno de injusticia

el problema

el problema

LAS VERDADES SON HECHOS.

LAS VERDADES SON HECHOS.

punk, oi, hard core

Y TU ERES UN BUEN CIUDADANO??


 






¿Y tú...eres un buen ciudadano?

 


El Ciudadanismo: La sutil manera de manifestar la sumisión democráticamenteDedicado a todos los Ciudadanos Esquiroles de la vida... Koan
 De proletarios pasamos a empleados. De sindicalistas pasamos a "cotizantes netos". De revolucionarios pasamos a "alterglobalizadores". Los carceleros ahora son "funcionarios de prisiones" y al despido libre y gratuito se le denomina "flexibilizar el mercado". La tortura se denomina prevención, las cárceles reinserción, los ocupantes y los ejércitos son siempre -y en el peor de los casos- humanitarios. Las huelgas son legales, las empresas son "grupos", los menores son casi siempre infractores, los marginados población excedente, los jefes son encargados y los juzgados son capaces de velar por los derechos humanos. Nosotros ya no somos pueblo sino que somos ciudadanos.
Los políticos piden el voto a los ciudadanos. Representan a los ciudadanos y velan por los intereses de los ciudadanos. Una mentalidad que se introyecta y se extiende de forma contagiosa entre la

sociedad:asistimos al advenimiento del ciudadanismo. La palabra ciudadano hace hincapié en la individualidad de la persona, en la ausencia de cualquier aspecto colectivo. Somos autómatas y productivos ciudadanos. Buenos votantes y dóciles consumidores consumidos por el constante "equilibrio progresista" con el que hacemos las cosas. Siempre dentro de los cauces legales, siempre, de manera sistemática y cotidiana, reproduciendo los valores y las actitudes del neoliberalismo. Si siempre pagas tus deudas eres un buen ciudadano. Si no te cuelas en el metro, si condenas el robo, el sabotaje y siempre prefieres la acción mediada a la acción directa, eres un estupendo ciudadano. Si desde tu simpatía por el sindicalismo crees que es fundamental el derecho al trabajo en día de huelga. Si cuando hay una injusticia delante de tus narices, el silencio es tu mejor amigo; eres un estupendo ciudadano. Si crees que el capitalismo es el menos malo de los

sistemas posibles que va de la mano con otro inevitable sistema llamado democracia, eres un buen ciudadano. Si te niegas a reconocer que democracia y fascismo son dos caras de una misma moneda, que necesariamente sustentan al capitalismo, y por lo tanto a la desigualdad, eres un buen ciudadano. Si a los cuerpos represivos les denominas trabajadores, si crees que la policía, el ejército y las cárceles son instituciones necesarias y mejorables, eres un buen ciudadano. Si crees que un pasado descrito siempre injusto por quien domina el presente y un futuro mejor, que nunca llega, justifica todos los atropellos humanos y animales, eres un gran ciudadano. Si crees que el trabajo asalariado puede ser algún día digno, eres un gran ciudadano. Si amas la propiedad privada, si adoras el parlamentarismo. Si crees que denunciando continuamente a tus vecinos o que comprando fabulosos bienes materiales en cualquier centro comercial te va a convertir en más libre, eres un buen ciudadano. Si crees siempre en la negociación con las instituciones, en ese diálogo injusto que parte de premisas totalmente desiguales, eres un gran ciudadano. Si "todavía es muy pronto" para tomar ese tipo de medidas "tan radicales", si esperas para pasar a la acción a los permisos de los interlocutores válidos de la sociedad –a los gestores de capitalismo- eres un buen ciudadano. Si la pasividad llena tu vida de hastió. Si crees en "las reglas del juego". Si crees que quienes

hacen negocios con la pobreza, "sin ánimo de lucro" como las ONGs y demás empresas que viven de ella, van acabar con esa miseria; eres un buen ciudadano. Si crees que la prensa es independiente, si eres objetivo y neutral, a ti que te gusta "de todo" (menos luchar colectivamente por una causa anticapitalista), que crees que los extremos se tocan, que las organizaciones revolucionarias armadas son terroristas y los que saquean, expolian y exterminan pueblos son honrados profesionales, eres un buen ciudadano. Si ves en la industria farmacéutica un sinónimo de progreso, en la tecnología aspectos revolucionarios, en la psiquiatría una ciencia indispensable. Si un sueldo te cierra la boca y te cambia las actitudes. Si crees que la lucha de clases es cosa del pasado, eres un gran ciudadano. En suma, si legitimas continuamente la opresión, la injusticia y la desigualdad del capitalismo con ese tufillo demócrata, con esa máscara judeo-cristiana de la tan manida tolerancia, con ese aire de no-queda-más-remedio, eres un estupendo ciudadano. Si nunca te saltas los límites establecidos que marca el capital. Si cuando votas crees que estas participando y diciendo algo. Si, como los peces que siguen la corriente del río, llevas esta renovada actitud de vasta sumisión, reproduciendo los valores de la dominación con ese

desdén democrático eres, quien sabe si conscientemente o no, un válido y efectivo ciudadano. Eres entonces, simple y llanamente, un trepa, un chota, un cómplice de la explotación que miras para otro lado. Un esquirol de la vida.

LINK: http://arrezafe.blogspot.com.es/2012/11/el-ciudadanismo-la-sutil-manera-de.html

LA RELIGION:

 UN CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD

Dios es una respuesta burda, una falta de consideración para con los que nos dedicamos a pensar; en el fondo, incluso, no es más que una burda prohibición que nos hacen diciéndonos que no debemos pensar.

No ha habido en la historia del ser humano mayor ataque a su naturaleza que la peste religiosa. No ha habido mayor freno a su desarrollo físico, ético e intelectual que la idea de dios. Es difícil pensar en otro poder tan antiguo y tan nefasto.

Desde su origen las religiones han repudiado todo lo que de bueno hay en nosotros. Concretamente, hablando del cristianismo, ni el conocimiento ni la higiene se han salvado de la condena de quienes se erigían en intermediarios de una supuesta comunicación entre la tierra y el cielo. Bien al contrario han pretendido siempre que la ignorancia reinase, que el cuerpo fuese mortificado y que los hombres, y en mayor medida las mujeres, estuviesen sometidas. La mentira y el engaño, pero sobre todo el miedo, fueron armas suficientemente eficaces para procurarse un asiento entre aquellos que nunca tuvieron ningún respeto por la vida y por tanto la utilizaban a su antojo: antaño validos, reyes y emperadores, hoy presidentes, directores, secretarios generales y jefes de Estado.
Desde el momento en que se deja de perseguir al cristianismo proclamándolo religión oficial del Imperio romano, sus seguidores comienzan a destruir el resto de creencias que les estorban. La violencia se ejerce incluso entre las propias tendencias del cristianismo primigenio forjándose con sangre el corpus doctrinal que hoy en día tratan de hacer pasar por auténtico, único y revelado. No le tembló el pulso a quien falsificó el testamento del emperador Constantino para justificar el dominio del papado sobre el mundo y su superioridad incluso sobre el emperador. Ni le temblaba a los dominicos que aprobaban las ejecuciones en la hoguera y las torturas de herejes, científicos, ilustrados, hombres y mujeres en definitiva que no quisieron someterse a su doctrina.
Igualmente no dudaron en épocas más recientes en aliarse a los regímenes más tenebrosos y oscurantistas. Justificaron para ellos la esclavitud y el colonialismo incluso en formas tan vergonzosas como la utilizada por Mussolini contra Abisinia (Etiopía) en los años 30 del siglo pasado. La utilización de gases químicos, lanzallamas, ametralladoras, bombas y otras armas de la guerra moderna frente a lanzas y flechas eran para L'Observatore Romano (órgano de prensa del Vaticano) "una acción de grandiosa solidaridad humana".
Rechazaron "del modo más estricto" cualquier ataque al Estado alemán dirigido por el canciller Adolf Hitler (Memorial de la Conferencia Episcopal Alemana de 1935) y cuando el apoyo a la Alemania nazi no tuvo los efectos deseados (soñaban con la invasión de Rusia y su conversión al catolicismo) no dejaron de prestar su apoyo evadiendo hacia España y Sudamérica a infames criminales como Mengele o Klaus Barbie, apodado "el Carnicero de Lyón".
Robaron ingentes cantidades de dinero de entidades bancarias como el Banco Ambrosiano utilizando sociedades pantalla en paraísos fiscales como las Bahamas o Luxemburgo para financiar la caída del bloque soviético. Lavaron monstruosas cantidades de dinero procedentes del tráfico de drogas de la mafia italiana y americana para enviarlo a los asesinos paramilitares y apoyar las dictaduras latinoamericanas de la Operación Cóndor (véase la visita oficial de Juan Pablo II a Pinochet en pleno genocidio chileno).
¿Cómo es posible seguir dando crédito a institución tan criminal y a creencias tan inhumanas? Pues porque la fe mueve montañas con la misma fuerza que inmoviliza conciencias. Si no sería imposible explicar cómo se puede someter a tamaña humillación y represión a las personas, y al mismo tiempo mantener la obediencia a los parámetros morales que dicta una banda de asesinos, estafadores y pervertidos sexuales. Porque no puede ser otra cosa que una moral perversa la de aquellos que, al mismo tiempo que apoyan a un sacerdote de un pueblo cordobés acusado de abusar sexualmente de 6 menores de edad, amenazan con excomulgar a una niña de 11 años por abortar el producto de una violación. Y esto hacen los representantes del cristianismo católico a día de hoy.
Por todo lo anterior, el catolicismo, el cristianismo y el resto de religiones sólo pueden esperar combate sin tregua por parte de aquellas personas que no se resignan a un mundo y una vida estúpida, cruel e injusta. Porque tenemos meridianamente claro que nuestra libertad es incompatible con su existencia.
LINK: http://www.nodo50.org/tierraylibertad/220.html#articulo10

Facebook espía sus chats en busca de comportamiento sospechoso





Citando la necesidad de vigilar a potenciales abusadores sexuales, Facebook está usando un software que rastrea conversaciones privadas en busca de comportamientos sospechosos, y palabras en clave, antes de alertar a empleados de la red social para que decidan entregar la información o no a la policía.
La revelación fue divulgada durante una entrevista de Reuters con el jefe de seguridad de Facebook, Joe Sullivan.
A pesar de que el artículo reconoce que delitos sexuales contra niños en internet están disminuyendo, la pieza cita una infinidad de casos donde éstos han sido “seducidos” en línea. Luego revela que “usuarios (de Facebook) podrían ponerse nerviosos por el grado en que sus conversaciones son revisadas, al menos por programas de computadora”.

El software usado por Facebook para monitorear conversaciones funciona buscando “comunicación impropia” y analizando “patrones de comportamiento”.

Palabras o frase consideradas vulgares, o un intento por intercambiar información personal, son marcadas en rojo y llevadas a la atención de los empleados de Facebook, quienes deciden si el contenido merece ser transferido a la policía.

Demasiados mensajes sin respuesta también encienden la alarma, caracterizando el contenido como “sospechoso”.

El artículo no afirma si los archivos de registros de chat son almacenados y por cuánto tiempo, pero agrega que un software similar es utilizado por otros sitios de redes sociales.
En su sitio web, Facebook reconoce que comparte información sobre usuarios, incluso en ausencia de una orden judicial y otro requerimiento legal: “También podemos compartir información si creemos de buena fe que resulta necesario para impedir un fraude u otra actividad ilegal, evitar un daño físico inminente o protegernos tanto a nosotros como al usuario de personas que infrinjan nuestra Declaración de derechos y responsabilidades. Esto puede incluir compartir información con otras empresas, abogados, tribunales u otras entidades gubernamentales.”
En años recientes, Facebook ha sido atrapado en numerosas controversias relacionadas a la privacidad. En febrero, la compañía negó un reporte del Sunday Times, que afirmaba que Facebook leía en secreto textos enviados por usuarios de su aplicación de Android.

El gobierno estadounidense está solicitando activamente información de Facebook. El último mes, el Departamento de Estado emitió un requerimiento, buscando herramientas que entregaran un “análisis profundo de temas, conversaciones, redes, personas de influencia de la web social global”.

Partidarios de la privacidad como Julian Assange de Wikileaks han advertido en repetidas ocasiones que redes sociales como Facebook y Twitter no son sino gigantescas bases de datos de espionaje, usadas por agencias de inteligencia para recolectar información personal.
 

 
 
Con millones de personas cada día trabajando delante de un ordenador, aprendiendo, utilizando e integrando su lenguaje cada día un poco más para comunicarse con su entorno, es probable que, si se produce la llamada Singularidad y la máquina despierta encontrándonos de pronto, fuera ella la que tuviera serios problemas para distinguirnos de sí misma.
Y es que la interacción hombre-máquina para quien tiene que vender su fuerza de trabajo, sea en una fábrica, en el telemárketing o en una empresa de software siempre ha sido fuente de alienación, pérdida de autonomía y refuerzo de la capacidad de mando del capital. Esto es una simple constatación de la realidad: según se tecnifican más todos los procesos productivos, se trabaja más y más horas en todos los sectores, en general por mucho menos salario, mientras aumenta de manera constante el paro.
Las sucesivas reformas laborales se han diseñado con el objetivo de la desarticulación de la organización de los trabajadores y de su capacidad de lucha y negociación colectiva. Mientras se intenta asestar los golpes definitivos al sindicalismo, se bombardea desde los medios de comunicación y las instituciones a ser emprendedores, a montar nuestra propia empresa, en definitiva, a enfrentarnos de manera individual al mercado y a volvernos nosotras/os también explotadores. Y por desgracia, todos estos dogmas neoliberales han calado en parte de la izquierda, la que vive en internet, cegada por el fetichismo tecnológico.
Hablamos de la ficción de que las tecnologías de la comunicación y los conocimientos asociados tienen un sentido neutro al margen de su contexto social, institucional o político. De los discuros que plantean que internet y las redes sociales son un espacio neutral para la cooperación y lo colectivo, cuando no es más que un sucedáneo del verdadero apoyo mutuo, donde se pretende siempre aparentar que en la red todo el mundo es de ciber-clase media y que ya no existe la lucha de clases. Mientras, la pobreza y el paro ya no son percibidos como problemas sociales, sino consecuencia de los defectos individuales: si la gente es pobre, es porque es vaga y simple. Es el triunfo del neoliberalismo.
El teclado de tu ordenador, tu teléfono móvil de última generación y tus perfiles en redes sociales son tus nuevas cadenas. La cooperación bajo el capitalismo es cooperación para el capitalismo.
Es necesaria una Singularidad, pero no de la mega-máquina, sino de las personas que la sostienen. El sector de la informática y las TIC tienen que empezar a verse como lo que son: el subproducto de esa estafa programada llamada Sociedad del Conocimiento, trabajadores/as conectados casi 24h para trabajar constantemente para el capital, donde la denominada inteligencia colectiva o mente-colmena ha nacido alienada y engañada, cuando no vendida.
La acción directa, la huelga y el sabotaje son las herramientas con las que sabemos podemos cortar nuestras cadenas, físicas, mentales y virtuales.
En las TIC la cadena de subcontrataciones y externalizaciones, el fraude, las jornadas eternas y la precariedad ya son la norma, y el supuesto prestigio de trabajar con un teclado en vez de con las manos hace mucho tiempo que ya no consuela a nadie. Desde Solidaridad Obrera te invitamos a que te organices y luches. Con todos los medios a tu alcance, de todas las maneras posibles. En la calle, en tu centro de trabajo y por supuesto en la red, esto no es un manifiesto primitivista.
Como escribió en 1911 Anselmo Lorenzo: “el sindicalismo no logra sus fines por la cuota en metálico, aunque la utilice para la vida ordinaria, sino por la cuota en especie, formada por el pensamiento, por la voluntad, por la energía, por la esperanza, cuota que han de pagar con su asistencia, su acción y su responsabilidad todos los trabajadores para alcanzar los bienes individuales y colectivos correspondientes al hombre y a la humanidad, es decir, para realizar la emancipación”.
 

 
 


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