LA INOCENCIA ROBADA DE LXS NIÑXS CHINXS
En pantalla y a miles de kilómetros de distancia, la
competencia parece difícil pero nunca imposible. De vez en cuando, un
triunfo lleno de dedicación y esfuerzo tiene detrás una historia que inspira el
corazón de cualquiera. Las frases de optimismo y disciplina como requisitos
fundamentales para llegar a la cima se viralizan entre la publicidad en los medios
de comunicación conforme se acerca el evento deportivo más grande del mundo.
Mientras la cuenta regresiva se acerca a ceros,
los reportajes sobre los básicos de las disciplinas y sus
mejores exponentes inundan la televisión (a no ser que las principales
televisoras del país creen un cerco mediático alrededor de la justa
veraniega por intereses comerciales), y poco a poco, las personas de a pie
se van empapando del espíritu que rodea a los Juegos Olímpicos.
Según el COI (Comité Olímpico Internacional), los
tres valores que identifican al Olimpismo son la excelencia, la amistad y el RESPETO
(quien respeta a los noños chinos que vs su voluntad son torturados para ir a
unos juegos olímpicos). Sólo a través de ellos puede surgir la competición (la
competencia es odio) deportiva en buena lid; el triunfo o la derrota
son una oportunidad para mostrar humildad, orgullo, concentración,
sacrificio, entrega, pero sobre todo humanidad. La Carta Olímpica del organismo
lo deja en claro:
“El Olimpismo es una filosofía de la vida, que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu”.
A partir de esta premisa, millones de jóvenes de
todo el mundo que sueñan (otros son obligados a soñar) con ser atletas se
entrenan diariamente por un objetivo que consideran superior, un ideal que se
forja en la mente desde las primeras competiciones y se mantiene como una meta
inamovible que termina por moldear el estilo de vida y lleva consigo amargas
derrotas y grandes decepciones, pero ningún esfuerzo está de más (inlcuso
la tortura?) con tal de cumplir el sueño de ser el mejor en un deporte.
Para lograr competir a la escala más alta, a veces
hace falta sacrificar convivencia, tiempo con la familia,
entretenimiento y algunos placeres que no se adaptan a la forma de vida de un
atleta de alto rendimiento (INCLUSO SI SON NIÑOS Y DECIDIERON POR ELLXS?): los
músculos deben desarrollar memoria y mantenerse en su sitio, la mente
fortalecerse y vencer cualquier obstáculo (real o ficticio) para encontrar la
concentración y el temple necesario para ejecutar lo más cercano a la
perfección, la voluntad está condenada a librar una batalla diaria contra la
indecisión, el desánimo y las constantes decepciones, y el cuerpo en general
mantener un nivel óptimo de salud, nutrición y rendimiento físico para evitar
lesiones, todo parte de la naturaleza del deporte.
Pero ¿qué tanto esfuerzo es aceptable para alzarse con la gloria olímpica? ¿Quién decide los límites del sueño, cuándo ha sido demasiado y cuándo es tiempo de esforzarse al máximo, sin importar nada más?
En todo el mundo, esta decisión corre a cargo de los
mismos deportistas. Sólo ellos, haciendo uso de su madurez física y mental,
tienen la potestad para elegir levantarse después de una fuerte caída, seguir
adelante a pesar de las adversidades o bien, poner fin a las ilusiones y
concentrarse en la cruel realidad; sin embargo, en China la situación es
completamente distinta. Miles de escuelas ofrecen la posibilidad de educar a
los niños desde la edad preescolar para “ser campeones”, basados en un
entrenamiento tortuoso de más de cuatro horas al día. Según los entrenadores,
el éxito de las delegaciones chinas en los Juegos Olímpicos modernos se basa en
una tradición de sacrificio y esfuerzo, valores que a primera vista resultan
idóneos y compatibles con los del Olimpismo para competir en aras de alcanzar
la excelencia y la gloria.
Los millones de niños chinos que se educan en este
régimen deportivo son sometidos a entrenamientos brutales para su edad,
estiramientos extremos aprovechando la elasticidad de los primeros años de vida
y sometidos a intimidación, maltrato y violencia física y verbal. Para ellos,
el deporte no es la parte dulce y divertida de la vida, donde es posible
olvidar los problemas personales y sociales alrededor mientras se
compite en una actividad lúdica que mejora la salud física y mental. El
deporte en estas escuelas significa la excelencia a toda costa, la obligación,
el método y la presión para conseguir resultados y volver en cuatro ciclos
olímpicos con un montón de preseas colgadas al cuello.
¿Qué es el deporte para un niño chino, una vez que deja a un lado lo lúdico y se convierte en tortuosa obligación? ¿Dónde están los valores del Olimpismo, suprimidos por la competitividad a toda costa y el triunfo sin importar las consecuencias? ¿Acaso es el precio de una medalla?
El ciclo del deporte se rompe cuando se convierte en una obligación. Entonces el virtuosismo desaparece y se convierte en una actividad alienante, con especial énfasis en un niño en edad preescolar que comienza a explorar todo lo que el mundo tiene para ofrecer y aún no ha descubierto el poder de la lectura, las operaciones matemáticas más simples o el respeto a la naturaleza, ni siquiera ha desarrollado su conciencia a plenitud ni una memoria capaz de comprender cómo pasa el tiempo.
Entonces el menor pierde su categoría de humano: los valores olímpicos están más lejos que nunca y sus derechos fundamentales son aplanados por una gris maquinaria de un sistema enfocado en ganar sin importar el modo, en forzar al cuerpo humano hasta el punto de quiebre, en acabar con la dignidad aun cuando el concepto ni siquiera está claro en la mente de los más pequeños.
–
A estas alturas, un oro no vale nada, ni siquiera las recompensas económicas que esperan en el país de origen, mucho menos escuchar el himno nacional y ver a tu bandera en lo más alto. En definitiva, el precio de la gloria nunca puede está por encima de los valores humanos que pregona el deporte.
A estas alturas, un oro no vale nada, ni siquiera las recompensas económicas que esperan en el país de origen, mucho menos escuchar el himno nacional y ver a tu bandera en lo más alto. En definitiva, el precio de la gloria nunca puede está por encima de los valores humanos que pregona el deporte.
Se ha hecho célebre
una fotografía tomada en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que muestra a
unas deportistas alemanas y egipcias, jugando un partido de voley playa.
El contraste de
aspecto entre unas y otras, se ha hecho más que evidente y los medios de
comunicación y las redes sociales, han corrido a llamarlo “expresión de la
diversidad cultural”.
Así es como hemos
visto titulares imbuídos de la siempre optimista corrección política, que nos
hablan de “mezcla de culturas”, “choque cultural” o “contraste de
culturas”.
Todo ello, bajo la
luz maravillosa y radiante del olimpismo, esa maravillosa expresión cuatrienal
de convivencia e intercambio cultural, en la que gentes de diversos países y
culturas, que habitualmente se dedican a pegarse tiros los unos a los otros por
conquistar un palmo de terreno, ahora se disputan una pelota, entre abrazos
fraternales.
¡Son tan
maravillosas las Olimpiadas! (Lástima que sean tan hipócritas y tan caras que
llegan a arruinar países)
Pero volvamos a la
foto que tanto está llamando la atención.
La foto de la “diversidad
cultural”.
Ciertamente, esta
fotografía, muestra una mezcla de culturas. Diferentes enfoques culturales
sobre lo que es la sociedad y la vida en general.
Nadie puede
discutir eso.
¿Pero seguro que
estas fotos solo nos muestran “diversidad cultural”?
¿De verdad solo nos
dicen eso, o dicen mucho más?
Quizás deberíamos
empezar a cuestionarnos qué carajo es la puñetera “cultura” y por qué
razón tenemos que respetarla tanto.
Es cierto que estas
mujeres musulmanas llevan el cuerpo cubierto, desde la cabeza a los pies, sin
poder enseñar ni un centímetro de piel, por “cuestiones culturales”.
Pero fíjense
ustedes, que esas “cuestiones culturales”, no afectan por igual a los
hombres musulmanes.
Si en lugar de
mujeres, fueran hombres, no tendrían ningún problema en mostrar sus brazos o
sus piernas.
Resulta que solo el
pelo y la piel de las mujeres resulta “pecaminosa” y debe ser ocultada a
la vista de los demás. Que una mujer muestre parcialmente su cuerpo, es una
ofensa. En cambio, si lo hace un hombre, no.
Y a eso lo llamamos
“expresión cultural” y lo enmarcamos dentro de la maravillosa “diversidad
cultural” de las olimpiadas.
¿Pero qué les
pasaría a estas mismas atletas musulmanas, si en una expresión de su libertad
individual, decidieran ir en bikini como las demás deportistas?
¿Qué les sucedería
a estas mujeres cuando volvieran a Egipto después de haber tomado una decisión
como esa?
Pues es de imaginar
que tendrían una maravillosa “recepción cultural” por parte de muchos de
sus paisanos, y probablemente habría algunos que intentarían darles un cursillo
acelerado de “diversidad cultural”.
Así pues volvamos a
mirar mejor la foto y preguntémonos: ¿de verdad esta es una foto que retrata la
“diversidad cultural”, la “mezcla de culturas” o el “contraste
de culturas”?
¿O además de eso,
también retrata la opresión de los individuos, y en este caso concreto, de las
mujeres musulmanas en algunos países?
Y es que la “cultura”
es un concepto maravilloso, que lo aguanta todo y lo puede justificar todo.
Está por encima de
nuestra mente y de nuestro criterio.
De hecho, es
practicamente un concepto semidivino, porque tiene el poder de someter
cualquier expresión de libertad individual, hasta triturarla por completo.
¡Adoremos a la Diosa
Cultura! ¡Sacrifiquemos en el altar de la cultura, cualquier expresión de
nuestra libertad individual!
¡Llevamos siglos
haciéndolo y debemos seguir haciéndolo para que la humanidad no se derrumbe!
Y sometámonos
sumisamente también a los designios divinos de sus hijas deformes y
deficientes: la “Tradición” y la “Costumbre”.
¡La Tradición es
tan maravillosa! Consiste en que un grupo de individuos que nacieron
potencialmente libres para ser y pensar por sí mismos y hacer lo que les venga
en gana, cada año se dediquen a repetir los mismos rituales, de la misma
manera, solo “porque toca hacerlo”.
De hecho, la
Tradición es tan divina, que se define por sí misma: “la tradición se
cumple, porque es tradición”.
Si la Diosa
Tradición nos dicta que cada día x de cada año, debemos ponernos un cactus en
el culo y bailar, lo haremos y punto.
¿Por qué? ¡Porque
es “tradición”! ¡Porqué es “nuestra cultura”!
¡Porque es el
software de programación mental que nos han metido en la cabeza y debemos
respetarlo por encima de todo, sin preguntarnos el por qué!
¡El dios Sistema
está sustentado íntegramente en esa observancia ciega y sin esta obediencia a
la programación, se hundiría todo por completo!
Pero volvamos otra
vez a la foto de las olimpiadas, a esa expresión fantástica de “diversidad
cultural”.
En este caso de la
foto, resulta que “cultura” significa reprimir a la mujer y cubrir cada
centímetro de su “pecaminoso cuerpo”.
Pero es “cultura”
y por lo tanto, debemos respetarlo.
Como también es “cultura”
que veamos imágenes del Vaticano o de la Iglesia Católica en general, donde
solo los hombres pueden ser sacerdotes o alcanzar altos cargos eclesiásticos,
mientras las mujeres quedan relegadas a papeles menos que secundarios.
Otra vez, repitamos
nuestro mantra: es “cultura” y debemos respetarlo.
Por lo tanto, que
se callen de una vez todas esas mujerzuelas que reclaman el sacerdocio femenino
y una representación igualitaria dentro de la iglesia. Que ellas no cuenten y
sean un cero a la izquierda, es una “expresión cultural”.
Respect.
Y es que cuando no
se respeta la cultura, la tradición, la costumbre o la ley, las consecuencias
son devastadoras…
Por ejemplo, antes
era cultura, costumbre, tradición y ley, que las mujeres no pudieran votar, no
pudieran conducir vehículos, pilotar aviones o llevar pantalones. Era “cultura”
que se quedaran en casa cuidando a sus hijos y haciendo labores domésticas. Era
“cultura” que no pudieran cursar estudios superiores o hacer carreras
universitarias y que se vieran relegadas a un papel secundario en la sociedad.
Su trabajo era
limpiar, cocinar y coser. Ser una obediente ama de casa era una “expresión
cultural”.
En cambio, ahora,
por culpa de la violación de todas estas expresiones culturales, hay mujeres
que presiden empresas e incluso países.
Todas esas mujeres
que vemos en tertúlias televisivas, hablando con hombres ¿qué puñetas hacen
ahí, en lugar de estar en casa fregando los platos?
¡Que horror! Esto
es lo que pasa por no respetar los “principios culturales”. ¡Que se pervierte
todo!
Y ahora que hemos
dado otra vuelta, volvamos de nuevo a la foto de la “mezcla de culturas”
de los Juegos Olímpicos y hagámonos una pregunta: ¿Por qué no ponemos a una
mujer occidental y al lado una mujer musulmana que ha sufrido la ablación, es
decir, la mutilación del clítoris y la titulamos “mezcla de culturas” o “diversidad
cultural”?
Porque al fin y al
cabo, que las mujeres (y no los hombres), lleven el cuerpo cubierto o lleven un
velo, es una expresión de los mismos conceptos culturales que justifican la
opresión al genero femenino, que justifican la discriminación, el maltrato, los
latigazos, la ablación, las lapidaciones y los crímenes de honor.
Y no importa que
sean las propias mujeres musulmanas las que decidan cubrirse la cabeza o el
cuerpo voluntariamente, porque las han educado así y crean que esa es su
tradición cultural.
Al fin y al cabo,
también son las propias mujeres las que practican la ablación sobre las niñas
pequeñas en algunos países. Por que las han programado mentalmente (perdón,
educado), para creer que eso es “lo que debe hacerse” y que forma parte
de su “tradición cultural”.
Sí, aunque a muchos
les pique o les ofenda, llevar el cuerpo cubierto y mutilar el clítoris, son
expresiones del mismo concepto opresivo sobre la mujer, aunque cada uno de
ellos se refleje en diferentes grados de represión.
Pero bueno, no nos
pongamos tan duros.
Veámoslo desde el
lado positivo: es bueno saber que a la represión o a la barbarie, también las
podemos llamar “expresión cultural”.
Como lo es matar
toros o torturarlos con lanzas, matar miles de perros en el festival de la
carne de perro de Yulin, o ejecutar a los reos colgándolos de grúas o
ejecutarlos en la cámara de gas después de 20 años de espera.
Todo ello es
cultura, es tradición, es costumbre o es ley en alguna parte.
Como también lo es
perseguir pokémons por la calle; o pasarse el día con la cabeza gacha y los
ojos clavados en la pantalla de un movil como un zombi; o vegetar durante horas
ante un televisor, con el cerebro en blanco, consumiendo refrescos venenosos y
patatas fritas, mientras se ve a un grupo de analfabetos y borderlines
peleándose dentro de la casa de Gran Hermano.
Esto también es “cultura”.
Nuestra maravillosa “cultura occidental”.
EN CONCLUSIÓN
Esta dichosa foto
que los medios han calificado como “mezcla de culturas”, en realidad nos
habla de lo que es el concepto de cultura y del poder que ejerce sobre nosotros
como individuos.
Hablamos de
cultura, tradición, costumbre, educación o finalmente de ley, como si fuesen
entidades divinas que hemos de adorar ciegamente, como si fueran verdades
absolutas de obligado cumplimiento, cuando en realidad, no son más que
expresiones diferentes de la represión mental sobre los individuos.
Si una expresión de
libertad individual que no le hace daño a nadie, como mostrar los brazos o el
pelo, es reprimida por una costumbre cultural o una tradición a través de toda
una sociedad programada con ella, eso ya no debería ser llamado “cultura”
o “tradición”, sino directamente “represión”.
Y no importa cuál
sea la expresión cultural o si eso sucede en un país musulmán, cristiano,
oriental o occidental.
Pero claro, eso
significaría modificar las definiciones de las cosas y ya saben ustedes que
quien controla las definiciones, controla el mundo.
¿De verdad queremos
cambiar el mundo?
¿De verdad queremos
construir un mundo nuevo?
Pues empecemos por
dejar de respetar ciegamente los principios culturales, las costumbres y las
tradiciones y sometámoslas a todas a nuestra libertad individual.
Tomemos conciencia
de que la cultura debe estar al servicio de los individuos libres y no al
revés.
Derrumbemos de una
vez los pilares del sistema que nos aprisiona, dentro de nuestra propia mente y
nos permitamos que los rituales que nosotros mismos inventamos, se conviertan
en nuestros amos.
Y por favor,
tomemos el control de las definiciones y jamás volvamos a calificar como “cultura”,
lo que no es más que represión y programación mental…
DESCONFÍA DEL PREDICADOR
Predicar es defender o extender una doctrina o unas ideas, haciéndolas
públicas o patentes. Es pronunciar un discurso o un sermón de supuesto
contenido moral. También tiene una acepción en la que dice aconsejar o
reprender a una persona, amonestándole o haciendo observaciones para
persuadirle de algo.
Todo esto y más es lo que hace el predicador, una figura muy extendida
en estos tiempos (probablemente a estas alturas ya todos tengamos a varios en
mente) Habitualmente, un predicador necesita de un púlpito para hacerse oír y,
de eso, hoy en día vamos muy sobrados. En la época de la interconexión, de la
información (o desinformación según se mire) cualquiera es susceptible de
convertirse en predicador. Desde el Gobierno, la Iglesia, la Patronal, los
medios de comunicación, la cúpula del partido, el comité de empresa… pero
también en la asamblea de tu colectivo, en tu grupo de amigos, en cualquier
página de Internet… Muchos son los que sienten la necesidad de predicar la
verdad, su verdad.
Desconfía del predicador que se atribuye una superioridad moral y/o
intelectual para explicarte cómo funciona el mundo y en qué nos hemos estado
equivocando, que asegura ser el portador de todas las respuestas y conoce todos
los hechos habidos y por haber.
Desconfía del predicador que sabe en cada momento qué es lo que debes
hacer, cómo debes pensar y cómo tienes que sentirte al respecto.
Desconfía del predicador que se sitúa a sí mismo como ejemplo a seguir,
como faro intelectual o espiritual en un mundo de penumbras peligrosas.
Desconfía del predicador que afirma conocer la solución a tus problemas
pero jamás se detiene a preguntar por ellos puesto que sus razonamientos son
infalibles y carece de sentido el tener que apoyarlos en nada que no sean sus
propias teorías.
Desconfía del predicador que se erige como el guardián de una teoría, la
única, capaz de hacer realidad la salvación de la humanidad; que se atribuye la
potestad de señalar a los que cumplen los preceptos de forma ortodoxa y a los
que no son más que falsarios vendedores de humo cuyo único propósito en la vida
parece ser reventar el inevitable triunfo de la verdadera teoría.
Desconfía del predicador que utiliza todos los medios a su alcance para
bombardear intelectualmente, desconfía de mí. Lo que escribo es fruto de mis
reflexiones y mis vivencias y, probablemente, sólo me sirva a mí en el mejor de
los casos. Desconfía y que esa desconfianza te lleve a la duda y a la necesidad
de reflexionar y experimentar, en definitiva a vivir. No rechaces sin más al
predicador porque eso te lleva a convertirte en uno más que se dedica a
replicar y repetir consignas y opiniones que carecen de sentido si no van
acompañadas de la práctica en la vida cotidiana. Predicar es fácil, cualquiera
puede hacerlo (yo mismo sin ir más lejos) y en una época en que el espectáculo
es lo que prima la figura del predicador gana adeptos a cada segundo
convirtiéndonos en meros hinchas fanáticos de uno u otro. Lo complicado es
acompañar con hechos a las palabras. La coherencia entre lo que pensamos,
sentimos y hacemos es la única manera de transitar por esta vida con un mínimo
de certidumbre acerca de nuestro camino. Cuando esto sucede, sobran los
predicadores.
-- LOS ESCLAVOS DE LA TECNOLOGÍA
--
La idea de la esclavitud que
concebimos tiene que ver con el sometimiento físico que se ejerce sobre las
personas para que hagan un determinado trabajo sin la paga correspondiente.
La esclavitud va mas alla del solo sometimiento físico, implica también un capitulación psicológica y emocional del cual no es fácil salir porque uno no se da cuenta, llega uno a pensar que es una condición natural.
Hay una definición de esclavo en el diccionario del Colegio de México que nos dice: Persona que ha sido dominada por algo y que no puede renunciar a ello o que se ha entregado a cierta cosa mas alla de los limites de su voluntad: esclavo del vicio, esclavo de sus deseos, esclavo del deber, esclavo del trabajo.
Podríamos agregar muchas otras formas de esclavitud: esclavos de la tecnología, de la religión, de la pobreza, de la riqueza, de la violencia como victima y como victimario.
Cada una de estas merece tratarse en forma individual.
La forma de esclavitud de la que quiero ocuparme en este articulo es sobre la esclavitud de la tecnología.
Son muchas las tecnologías que se han producido que han atrapado a muchos jóvenes y niños que los han hecho dependientes. No saben vivir sin estas tecnologías.
Cuando se va la luz, reniegan y echan pestes contra quien haya provocado que se fuera la luz.
Cuando salen de casa sin el teléfono celular, se sienten angustiados porque no van a tener forma de “comunicarse”.
Se hizo una encuesta en Estados Unidos en donde se determina que el 46% de las personas que salen sin el celular se ponen sumamente angustiadas.
Hay miles de jóvenes que presumen tener miles de amigos en Facebook, pero ninguno de ellos esta presente en su fiesta de cumpleaños.
Todo marcha sobre ruedas cuando no falta ningún aparato en casa, pero cuando eso sucede, se les viene el mundo encima.
No tiene nada de malo tener acceso a los últimos adelantos de las tecnologías, lo que esta mal es depender de ellos en todo momento.
Esta mal creer que la tecnología lo es todo.
Esta mal menospreciar a quienes no tienen el acceso a las tecnologías.
El problema es que ahora los adultos se sienten menos por no disfrutar de las tecnologías y fácilmente se dejan manipular por los jóvenes, “eres un anticuado papá”.
Ciertamente los niños y los jóvenes tienen muchas ventajas por las tecnologías, pero lo que no tienen son experiencias de vida, valores, habilidades que los adultos tienen sin los aparatos sofisticados.
Los adultos pueden hacer muchas cosas porque tienen creatividad, ingenio e inteligencia.
Algo deseable es combinar experiencia con tecnologías y para eso habría que establecer una adecuada comunicacion entre las generaciones y con ello haríamos grandes avances en la sociedad.
Habría que tener muy claro que las tecnologías son solo instrumentos o herramientas para hacer algo, no son el objetivo que le puede proporcionar a uno la felicidad.
Un daño que se ha causado, no por la tecnología en sí, sino por depositar toda nuestra confianza en ella, es la erradicación del arte de la conversación, es difícil encontrar a alguien que tenga un tema de conversación profunda.
Hemos erradicado la comunicación que nos permita conocernos unos a otros y en su lugar hemos puesto la desconfianza y para ello colocamos cámaras de vídeo para vigilarnos unos a otros.
Huimos del encuentro personal y usamos la computadora para “comunicarnos” con cientos o tal vez miles de personas en el mundo virtual.
Las tecnologías nos han hecho pensar que vivimos integrados al mundo, pero en realidad vivimos más apartados unos de otros.
Muy a pesar de los grandes adelantos en todos los campos de las ciencias es cuando más neurosis tenemos, más desconfianza, más incomunicación entre unos y otros.
Esto no es culpa de la tecnología, sino de educación en la que hemos fallado tanto en el hogar como en la escuela.
No se trata de atacar el uso de todas las tecnologías, sino darle el uso correcto e impedir que nos atrape.
Se trata de darle un sentido diferente, que nos sirva para el desarrollo humano y para enaltecer al hombre.
Poner cámaras de vídeo por todos lados para vigilar y controlar a toda la población no es garantía de nada, si esos recursos se usaran para realmente educar, no serian necesarias tantas cámaras y sería mucho más fructífero y más económico.
No tendríamos los altos niveles de violencia, pobreza y corrupción que hoy tenemos.
La tecnología es neutra.
La tecnología, el poder y el dinero son neutros, no son buenos o malos.
Los buenos o malos son los seres humanos.
Dependiendo de la calidad de estos es que se le dará el sentido a la tecnología.
Si la sociedad es neurótica o psicótica, seguramente llevara a la construcción de la tecnología destructiva, llámese la bomba atómica.
Si la sociedad tiene un buen nivel de cordura, llevara a la construcción de una tecnología que realmente ayudara a la construcción de una sociedad por la senda del progreso.
El desarrollo pleno de la sociedad solo puede ser el resultado de la combinación entre la tecnología y una educación de calidad.
Si ponemos por arriba de la educación a la tecnología, corremos el riesgo de producir algo que nos atrape y destruya como sociedad, como actualmente esta sucediendo en muchos campos.
Si pusiéramos a la educación por arriba de la tecnología, produciríamos a la sociedad en el rezago en comparación de todos los países del mundo.
Por eso tanto la educación de calidad debe caminar a la par con la tecnología.
Aquí debo aclarar que la educación de calidad es algo que todavía no tenemos, lo que en realidad tenemos es una domesticación.
Una sociedad domesticada es una sociedad paralizada, dependiente, resignada, obediente, conformista y sin perceptivas de futuro.
Una sociedad educada es una sociedad en movimiento, cuestionadora, exigente, creativa, independiente y con amplias perspectivas para el futuro.
La educación implica la creación de seres humanos inteligentes, creativos y responsables, que sean capaces de crear las soluciones para los grandes problemas que tenemos.
Implica también la capacidad para saber detectar las oportunidades que se les presenta para crear la riqueza entre todos y para todos.
Esa educación debe iniciar en el hogar, continuar en la escuela, seguir en la empresa y terminar cuando uno muere.
¿Tenemos ese tipo de educación?
La esclavitud va mas alla del solo sometimiento físico, implica también un capitulación psicológica y emocional del cual no es fácil salir porque uno no se da cuenta, llega uno a pensar que es una condición natural.
Hay una definición de esclavo en el diccionario del Colegio de México que nos dice: Persona que ha sido dominada por algo y que no puede renunciar a ello o que se ha entregado a cierta cosa mas alla de los limites de su voluntad: esclavo del vicio, esclavo de sus deseos, esclavo del deber, esclavo del trabajo.
Podríamos agregar muchas otras formas de esclavitud: esclavos de la tecnología, de la religión, de la pobreza, de la riqueza, de la violencia como victima y como victimario.
Cada una de estas merece tratarse en forma individual.
La forma de esclavitud de la que quiero ocuparme en este articulo es sobre la esclavitud de la tecnología.
Son muchas las tecnologías que se han producido que han atrapado a muchos jóvenes y niños que los han hecho dependientes. No saben vivir sin estas tecnologías.
Cuando se va la luz, reniegan y echan pestes contra quien haya provocado que se fuera la luz.
Cuando salen de casa sin el teléfono celular, se sienten angustiados porque no van a tener forma de “comunicarse”.
Se hizo una encuesta en Estados Unidos en donde se determina que el 46% de las personas que salen sin el celular se ponen sumamente angustiadas.
Hay miles de jóvenes que presumen tener miles de amigos en Facebook, pero ninguno de ellos esta presente en su fiesta de cumpleaños.
Todo marcha sobre ruedas cuando no falta ningún aparato en casa, pero cuando eso sucede, se les viene el mundo encima.
No tiene nada de malo tener acceso a los últimos adelantos de las tecnologías, lo que esta mal es depender de ellos en todo momento.
Esta mal creer que la tecnología lo es todo.
Esta mal menospreciar a quienes no tienen el acceso a las tecnologías.
El problema es que ahora los adultos se sienten menos por no disfrutar de las tecnologías y fácilmente se dejan manipular por los jóvenes, “eres un anticuado papá”.
Ciertamente los niños y los jóvenes tienen muchas ventajas por las tecnologías, pero lo que no tienen son experiencias de vida, valores, habilidades que los adultos tienen sin los aparatos sofisticados.
Los adultos pueden hacer muchas cosas porque tienen creatividad, ingenio e inteligencia.
Algo deseable es combinar experiencia con tecnologías y para eso habría que establecer una adecuada comunicacion entre las generaciones y con ello haríamos grandes avances en la sociedad.
Habría que tener muy claro que las tecnologías son solo instrumentos o herramientas para hacer algo, no son el objetivo que le puede proporcionar a uno la felicidad.
Un daño que se ha causado, no por la tecnología en sí, sino por depositar toda nuestra confianza en ella, es la erradicación del arte de la conversación, es difícil encontrar a alguien que tenga un tema de conversación profunda.
Hemos erradicado la comunicación que nos permita conocernos unos a otros y en su lugar hemos puesto la desconfianza y para ello colocamos cámaras de vídeo para vigilarnos unos a otros.
Huimos del encuentro personal y usamos la computadora para “comunicarnos” con cientos o tal vez miles de personas en el mundo virtual.
Las tecnologías nos han hecho pensar que vivimos integrados al mundo, pero en realidad vivimos más apartados unos de otros.
Muy a pesar de los grandes adelantos en todos los campos de las ciencias es cuando más neurosis tenemos, más desconfianza, más incomunicación entre unos y otros.
Esto no es culpa de la tecnología, sino de educación en la que hemos fallado tanto en el hogar como en la escuela.
No se trata de atacar el uso de todas las tecnologías, sino darle el uso correcto e impedir que nos atrape.
Se trata de darle un sentido diferente, que nos sirva para el desarrollo humano y para enaltecer al hombre.
Poner cámaras de vídeo por todos lados para vigilar y controlar a toda la población no es garantía de nada, si esos recursos se usaran para realmente educar, no serian necesarias tantas cámaras y sería mucho más fructífero y más económico.
No tendríamos los altos niveles de violencia, pobreza y corrupción que hoy tenemos.
La tecnología es neutra.
La tecnología, el poder y el dinero son neutros, no son buenos o malos.
Los buenos o malos son los seres humanos.
Dependiendo de la calidad de estos es que se le dará el sentido a la tecnología.
Si la sociedad es neurótica o psicótica, seguramente llevara a la construcción de la tecnología destructiva, llámese la bomba atómica.
Si la sociedad tiene un buen nivel de cordura, llevara a la construcción de una tecnología que realmente ayudara a la construcción de una sociedad por la senda del progreso.
El desarrollo pleno de la sociedad solo puede ser el resultado de la combinación entre la tecnología y una educación de calidad.
Si ponemos por arriba de la educación a la tecnología, corremos el riesgo de producir algo que nos atrape y destruya como sociedad, como actualmente esta sucediendo en muchos campos.
Si pusiéramos a la educación por arriba de la tecnología, produciríamos a la sociedad en el rezago en comparación de todos los países del mundo.
Por eso tanto la educación de calidad debe caminar a la par con la tecnología.
Aquí debo aclarar que la educación de calidad es algo que todavía no tenemos, lo que en realidad tenemos es una domesticación.
Una sociedad domesticada es una sociedad paralizada, dependiente, resignada, obediente, conformista y sin perceptivas de futuro.
Una sociedad educada es una sociedad en movimiento, cuestionadora, exigente, creativa, independiente y con amplias perspectivas para el futuro.
La educación implica la creación de seres humanos inteligentes, creativos y responsables, que sean capaces de crear las soluciones para los grandes problemas que tenemos.
Implica también la capacidad para saber detectar las oportunidades que se les presenta para crear la riqueza entre todos y para todos.
Esa educación debe iniciar en el hogar, continuar en la escuela, seguir en la empresa y terminar cuando uno muere.
¿Tenemos ese tipo de educación?
Puto dinero - non servium
RACISMO DESTRUIDO EN 1 MINUTO
Siéntete como en Brasil
el 5 de agosto de 2016, casi 12.000 atletas del mundo se congregarán en Río de Janeiro para competir en un espectáculo que se verá en todas partes del mundo.
Hace siete años que Río ganó la candidatura de los Juegos, y entonces prometió una ciudad segura para todas las personas. Sin embargo, en estos siete años, las fuerzas de seguridad de Río han dado muerte a más 2.500 personas en la ciudad. En medio de los destellos y los festejos, ¿quién va a acordarse de ellos?
Lo escandaloso es que miles de estas muertes fueron causadas por las fuerzas de seguridad que debían proteger a la población.
Más de 100 personas han muerto a manos de la policía en el estado de Río de Janeiro en lo que va de año. La mayoría: varones jóvenes y negros.
PODER, TECNOLOGÍA, DEMOCRACIA
REPRESENTATIVA Y TOTALITARISMOS.
El Poder puede
aparecer en cualquier lugar porque la naturaleza y esencia del mismo corrompe
toda forma de relación, la cualidad del Poder es intrínseca al sometimiento, es
decir, a la autoridad como forma de dominación y a la perversión del autor por
medio de la persuasión, bajo esta coyuntura el acuerdo entre iguales no puede
existir, ya que la decisión de la acción está determinada por la fuerza de
convicción y de sugestión del más perspicaz en el arte de la oratoria o
de la escritura a través del
pensamiento. En estas circunstancias el autor se convierte en autoridad por
consentimiento de un tercero, a toda forma de autoridad le pertenece algún
conocimiento o información de más o menos valor para la sociedad que puede
llevar a la dominación.
Por lo tanto la
principal estrategia del Poder para la dominación de las masas es la
fragmentación o división a partir de cualquier autoridad que pueda utilizar
(aun estando en su contra) o esté o acabe estando a su servicio por medio de su
venta, enfrentándolas ya sea en el mismo grupo, organización o partido que
pertenezcan o en el terreno político, religioso, social o filosófico en el que
se desarrollen sus actividades sociales, mediante la estrategia del caos
controlado, en esta coyuntura la corrupción de las sociedades puede ser
gestionada por la élite de poder a través de los Estados.
Los movimientos
disidentes que intenten acabar con toda forma de dominación o el Poder no
podrán ser dirigidos por ninguna autoridad que se reclame poseedora de ningún
conocimiento o inteligencia superior porque les llevaría otra vez a acatar las
ordenes de un sujeto que se proclama líder del movimiento, por lo tanto el
Poder debería quedar disuelto entre los miembros del grupo al tomar las
decisiones que crean adecuadas y convenientes para la disolución de la
autoridad que los dirige.
El progreso
tecnológico representa en buena medida la rentabilización de la producción de
las mercancías en el menor tiempo posible y la maximización de los beneficios a
partir de la división del trabajo y la planificación en el proceso de
producción dirigida por la burocratización mercantilista (Estado y Capital), es
decir, de la utilización del pensamiento para influir en los factores que
operan en todo el proceso del trabajo, sea esté productivo o no para la
sociedad.
Por lo tanto el aparato tecnológico creado por el hombre o la sociedad se
escinde de éste o ésta y se convierte en autónomo, provocando un nuevo modo de
vida en el que la tecnología cobra "vida" y acaba dirigiendo al
hombre, en esta coyuntura la técnica no está al servicio de la sociedad, al
contrario, es la sociedad la que está al servicio de la técnica o en última
instancia de la tecnología.
Cuando el aparato
tecnológico es autónomo (es un fin, no un medio) puede ser utilizado por una
minoría en beneficio propio, es decir, el interés de la élite no es tanto
controlar el aparato sino más bien desarrollarlo y perfeccionarlo hasta donde
se pueda para de este modo maximizar su función dentro de todo el campo social
en el que opera la vida misma del sujeto.
Las democracias
representativas o el Estado tienen en el los totalitarismos el "chivo
expiatorio" y la amenaza perfecta para poder justificar ante sus
respectivas sociedades el imperialismo terrorista y genocida que practican por
ejemplo con los países más débiles en nombre de la libertad, la igualdad y la
fraternidad, y que son la causa de millones de víctimas en todo el mundo a raíz
de su política basada en el Estado, en las que se desarrollan y reproducen las
sociedades capitalistas que pertenecen y aprueban de forma mayoritaria este
sistema político de dominación que también las incluye a éstas, privilegiadas
en algunos aspectos si las comparamos con las de los países subdesarrollados
pero a la vez y de otro modo igual de sometidas y esclavizadas .
Las democracias
representativas (cara amable) y los totalitarismos (cara abominable) son las
dos caras de una misma moneda que representa el Estado y que podrá cambiar
cuando más le convenga, es decir, cuando vea peligrar su status quo.
Mientras que en las
dictaduras los engaños de una élite situada en el poder son más evidentes para
el pueblo que en las democracias, en éstas se perciben con más claridad los
auto-engaños de toda la sociedad, al estar integrado el pueblo de una manera
simbólica en el aparato del Estado a través de los partidos que representan las
distintas opciones y en los cuales participará la sociedad decretando por medio
del voto que partido gobernará una institución que de por sí no tiene una
ideología definida, al estar el Estado al servicio del Capital y perseguir los
mismos fines que éste, es decir, la sociedad se auto-engañará por partido doble
al elegir un partido que gobierna ficticiamente una institución que se
auto-gobierna sin necesidad de partidos políticos.
La hipocresía es
hija de la cobardía.
EL APRENDIZAJE DE LA RACIONALIDAD
Insistiremos,
una vez más, en que existen mecanismos que explican que gente inteligente (y
empleamos este apelativo de manera generalizada) crea en cosas absurdas y
realice actos más bien necios. Cómo es posible que existan tantas estupideces
en la sociedad, al alcance de cualquiera y que las personas las acaben
consumiendo. Se dice que inteligencia y racionalidad son cosas diferentes;
es decir, uno puede ser extremadamente racional y no ser especialmente
inteligente, y vicecersa. Hay que recordar en la constante recurrencia a los
atajos cognitivos; ya que pensar requiere tiempo, y hay que reconocer también
que puede resultar contraproducente en algunos casos, el ser humano ha
desarrollado una serie de reglas empíricas y prejuicios para limitar la
capacidad mental empleado en un problema determinado. Está probado que,
dependiendo de cómo se planteé un mismo problema, las personas pueden escoger
una solución u otra dependiendo de, por ejemplo, el atractivo visual que
observen y dejando a un lado la racionalidad.
La lista de reglas empíricas y de prejuicios cognitivos es bastante extensa: interpretamos no pocas veces a partir de la nada (de forma aleatoria), tendemos a buscar pruebas que confirmen lo que ya creemos, DESCARTAMOS AQUELLAS QUE NO TIENDEN A FAVORECERNOS, SOLEMOS EVALUAR LAS SITUACIONES DESDE NUESTRO PUNTO DE VISTA (dejando a un lado a la otra parte), las anécdotas llamativas tienen más peso a veces que las estadísticas, sobrevaloramos nuestros conocimientos, nos creemos con menores prejuicios que los demás...
La lista de reglas empíricas y de prejuicios cognitivos es bastante extensa: interpretamos no pocas veces a partir de la nada (de forma aleatoria), tendemos a buscar pruebas que confirmen lo que ya creemos, DESCARTAMOS AQUELLAS QUE NO TIENDEN A FAVORECERNOS, SOLEMOS EVALUAR LAS SITUACIONES DESDE NUESTRO PUNTO DE VISTA (dejando a un lado a la otra parte), las anécdotas llamativas tienen más peso a veces que las estadísticas, sobrevaloramos nuestros conocimientos, nos creemos con menores prejuicios que los demás...
También existe otro enemigo de la
racionalidad en la persona y es lo que se denomina "huecos en el
equipamiento mental". Entendemos por ese equipamiento mental el conjunto
de las reglas cognitivas, estrategias y sistemas de creencias aprendidas y se
incluye en él nuestra comprensión de la probabilidad y la estadística, así como
nuestra disposición a considerar hipótesis alternativas cuando tratamos de
resolver un problema. Como resulta obvio, puede haber personas cultas e
inteligentes que nunca desarrollen el equipamiento mental adecuado; también,
ese equipamiento podría estar contaminado por supersticiones que conducen a
decisiones abiertamente irracionales.
La ausencia de racionalidad, como es evidente, afecta a decisiones vitales en el día a día y a no poder edificar la vida que nos gustaría. Personas con tendencias impulsivas suelen tener un bajo pensamiento racional y una mala comprensión de la estadística y de la probabilidad, son incapaces de considerar las consecuencias de sus acciones y acaban confiando en supersticiones absurdas. A pesar de que muchas personas realizan acciones que les perjudican a ellos y a los que los rodean, continúan en ese empeño por esa notable falta de racionalidad, sin que tengamos que pensar necesariamente que es falta de inteligencia y es en cambio explicable por razones sicológicas y sociales.
Es posible indagar en la falta de racionalidad de las personas cuando, según la teoría de Keith Stanovich (Universidad de Toronto), se observa a la mente constituida por tres partes: mente autónoma, la cual usa habitualmente los atajos cognitivos problemáticos y funciona de modo rápido, inconsciente y automático; mente algorítmica, que se embarca en el pensamiento lento, trabajoso y lógico, y la mente reflexiva, la cual decide cuando es suficiente con la mente autónoma y cuándo necesita el trabajo pesado de la algorítmica. Por lo tanto, es la mente reflexiva la que determina la capacidad racional que tenemos; está relacionada con determinados rasgos de la personalidad, según seamos dogmáticos, flexibles, concienzudos o más o menos abiertos de mente (aunque es éste un concepto muy matizable, ya que es empleado habitualmente por "lo alternativo" místico y/o seudocientífico para atacar al método probadamente científico).
Comprender todos estos prejuicios que tenemos es el primer paso para saber que la racionalidad puede ser aprendida gracias a la práctica del pensamiento crítico y racional. Las trampas de los prejuicios cognitivos pueden ser evitadas, y es posible aprender a desarrollar hipótesis alternativas, si esa práctica acaba conviertiéndose en hábito. A pesar de que las intuiciones pueden ser a veces valiosas, especialmente en el terreno afectivo y social, hay que aprender que en el caso de las matemáticas y de las relaciones causales resultan francamente ineficaces. Los métodos de la ciencia y de la estadística hacen posible cuestionar nuestras carencias cognitivas, debilitar el razonamiento intuitivo y abren la posibilidad de la acción sensata y reflexionada.
La ausencia de racionalidad, como es evidente, afecta a decisiones vitales en el día a día y a no poder edificar la vida que nos gustaría. Personas con tendencias impulsivas suelen tener un bajo pensamiento racional y una mala comprensión de la estadística y de la probabilidad, son incapaces de considerar las consecuencias de sus acciones y acaban confiando en supersticiones absurdas. A pesar de que muchas personas realizan acciones que les perjudican a ellos y a los que los rodean, continúan en ese empeño por esa notable falta de racionalidad, sin que tengamos que pensar necesariamente que es falta de inteligencia y es en cambio explicable por razones sicológicas y sociales.
Es posible indagar en la falta de racionalidad de las personas cuando, según la teoría de Keith Stanovich (Universidad de Toronto), se observa a la mente constituida por tres partes: mente autónoma, la cual usa habitualmente los atajos cognitivos problemáticos y funciona de modo rápido, inconsciente y automático; mente algorítmica, que se embarca en el pensamiento lento, trabajoso y lógico, y la mente reflexiva, la cual decide cuando es suficiente con la mente autónoma y cuándo necesita el trabajo pesado de la algorítmica. Por lo tanto, es la mente reflexiva la que determina la capacidad racional que tenemos; está relacionada con determinados rasgos de la personalidad, según seamos dogmáticos, flexibles, concienzudos o más o menos abiertos de mente (aunque es éste un concepto muy matizable, ya que es empleado habitualmente por "lo alternativo" místico y/o seudocientífico para atacar al método probadamente científico).
Comprender todos estos prejuicios que tenemos es el primer paso para saber que la racionalidad puede ser aprendida gracias a la práctica del pensamiento crítico y racional. Las trampas de los prejuicios cognitivos pueden ser evitadas, y es posible aprender a desarrollar hipótesis alternativas, si esa práctica acaba conviertiéndose en hábito. A pesar de que las intuiciones pueden ser a veces valiosas, especialmente en el terreno afectivo y social, hay que aprender que en el caso de las matemáticas y de las relaciones causales resultan francamente ineficaces. Los métodos de la ciencia y de la estadística hacen posible cuestionar nuestras carencias cognitivas, debilitar el razonamiento intuitivo y abren la posibilidad de la acción sensata y reflexionada.
RESUMEN
PARA SINDICALISTAS Y OTROS MILITANTES DE IZQUIERDA.- ANDRÉ GORZ.
LA CRISIS DEL
TRABAJO
1.1.- LA IDEOLOGÍA
DEL TRABAJO
El trabajo con fin
económico no ha sido siempre la actividad humana dominante. Solamente es
dominante a escala de toda la sociedad a partir de la llegada del capitalismo
industrial, hace aproximadamente doscientos años. Antes de esto, en las sociedades
premodernas, en la Edad Media y en la Antigüedad, lo mismo que en las
sociedades precapitalistas que actualmente subsisten, se trabajaba menos, mucho
menos incluso que en nuestro tiempo. Hasta tal punto que los primeros
industriales, en los siglos XVIII y XIX tenían enormes dificultades para
obligar a su personal a trabajar durante toda la jornada, día tras día. Los
primeros patronos de manufacturas quebraron a causa de ello.
Esto quiere decir
que lo que los anglosajones llaman «la ética del trabajo» y la «sociedad de
trabajo» son cosas recientes.
Lo propio de las
«sociedades de trabajo» es que el trabajo está considerado a la vez en ellas
como un deber moral, como una obligación social y como una vía hacia el éxito
personal. La ideología del trabajo tiene como cierto:
-que cuanto más
trabaja cada uno, mejor se encuentra todo el mundo;
-que los que
trabajan poco o no trabajan causan un perjuicio a la sociedad y no merecen ser
miembros de ella;
-que quien trabaja
bien triunfa socialmente y que quien no triunfa lleva en sí mismo la culpa de
su fracaso.
Muchos de nosotros
seguimos estando profundamente impregnados por esta ideología y no hay día en
que un hombre político, de derecha o de izquierda, no nos exhorte a trabajar,
afirmando que es mediante el trabajo como superaremos la actual crisis. Para
vencer el paro, añaden, hay que trabajar más y no menos.
1.2. LA CRISIS DE LA
ÉTICA DEL TRABAJO
En realidad, la
ética del trabajo se ha vuelto caduca. No es cierto que para producir más haya
que trabajar más, ni que producir más conduzca a vivir mejor.
El vínculo entre más
y mejor se ha roto; porque respecto a muchos productos o servicios nuestras
necesidades están ampliamente cubiertas, mientras que MUCHAS DE NUESTRAS
NECESIDADES INSATISFECHAS NO SERÁN COLMADAS PRODUCIENDO MÁS, SINO PRODUCIENDO
DE OTRA MANERA, OTRA COSA, INCLUSO PRODUCIENDO MENOS.
Esto vale, en
particular, para nuestras necesidades de aire, agua,espacio, silencio, belleza,
tiempo, contactos humanos.
No es cierto tampoco
que cuanto más trabaja cada uno, mejor se encuentra todo el mundo. La crisis
actual ha impulsado una mutación técnica de una amplitud y una rapidez sin
precedente: la «revolución microelectrónica>>. Esta tiene como efecto y
como fin unas economías de trabajo rápidamente crecientes, tanto en la
industria como en las administraciones y servicios.
EN ELLA ESTÁN
ASEGURADAS UNAS PRODUCCIONES CRECIENTES CON UNAS CANTIDADES DE TRABAJO
DECRECIENTES. DE LO QUE RESULTA QUE EL PROCESO SOCIAL DE PRODUCCIÓN NO TIENE YA
NECESIDAD DE QUE TODO EL MUNDO TRABAJE EN ÉL A TIEMPO COMPLETO. LA ÉTICA DEL
TRABAJO DEVIENE IMPRACTICABLE Y LA SOCIEDAD DE TRABAJO ESTÁ EN CRISIS.
1.3. LA IDEOLOGÍA
NEOCONSERVADORA DEL ESFUERZO.
No todo el mundo es
consciente de esta crisis; algunos sí lo son pero tienen interés en negarla.
Este es el caso, en particular, de numerosos «neoconservadores». Desean a
cualquier precio perpetuar la ideología del trabajo en un contexto en el que el
trabajo pagado se hace cada vez más escaso. De este modo, impulsan a las
personas a la búsqueda de un trabajo pagado a competir cada vez más duramente
las unas con las otras. DE ESTA COMPETENCIA ELLOS ESPERAN QUE EL PRECIO DEL
TRABAJO (ES DECIR, EL SALARIO) BAJE Y QUE LOS «FUERTES» ELIMINEN A LOS "DÉBILES».
1.4. TRABAJAR MENOS
PARA TRABAJAR TODOS.
El interés común de
los asalariados es, por el contrario, no competir, organizar su unión frente al
empresariado y negociar colectivamente con él las condiciones de su empleo. El
sindicalismo es la expresión de este interés común. En un contexto en el que no
hay trabajo pagado a tiempo completo para todo el mundo, el abandono de la
ideología del trabajo se convierte para el movimiento sindical en un imperativo
de supervivencia. Este abandono no es. para nada una abdicación. El tema de la
liberación del trabajo,lo mismo que el tema del «TRABAJAR MENOS PARA TRABAJAR
TODOS» han motivado las luchas del movimiento obrero desde sus orígenes.
1.5. LAS FORMAS DE
TRABAJO.
Por «trabajo»
nosotros hemos adquirido la costumbre de entender una actividad pagada,
realizada por cuenta de un tercero (el empleador), con vista a unos fines que
no hemos elegido nosotros mismos y según unas modalidades y unos horarios
fijados por el que nos paga. LA CONFUSIÓN ENTRE «TRABAJO» Y «EMPLEO> ES
CORRIENTE, lo mismo que la confusión entre (derecho al trabajo», .derecho a un
salario» y «derecho a una renta». Ahora bien, EN REALIDAD, TODA ACTIVIDAD NO ES
TRABAJO Y TODO TRABAJO NO ES PAGADO
NI SE LLEVA A CABO CON MIRAS A UN PAGO. CONVIENE DISTINGUIR TRES TIPOS DE
TRABAJO.
1.5.1. EL TRABAJO
COMO FIN ECONÓMICO.
El trabajo que se
realiza con miras a un pago. Es el dinero, decir, el intercambio mercantil, lo
que en este caso constituye el fin principal. Se trabaja en primer lugar para
«ganarse la vida» y solamente luego por la satisfacción o el placer que,
llegado el caso, se obtiene de ese trabajo. A éste le llamaremos trabajo con
fin económico.
1.5.2. EL TRABAJO
DOMÉSTICO Y EL TRABAJO PARA UNO MISMO.
El trabajo que no se
realiza con miras a un intercambio mercantil sino con vistas a un resultado del
que uno mismo es, directamente, el principal destinatario y beneficiario. Este
es el caso, entre otros, del «trabajo de reproducción», es decir, DEL TRABAJO
DOMÉSTICO QUE, DÍA TRAS DÍA, ASEGURA LAS BASES NECESARIAS PARA LA VIDA:
PREPARAR LOS ALIMENTOS, VELAR POR LA LIMPIEZA DEL CUERPO Y DE LA VIVIENDA,
TRAER AL MUNDO Y CRÍAR A UNOS HIJOS, ETC. ESTE TRABAJO HA SIDO IMPUESTO A
MENUDO, Y TODAVÍA IO ES, A LAS MUJERES, ADEMÁS DEL TRABAJO CON FIN ECONÓMICO. Por el hecho de que la comunidad doméstica (familia
o familia extensa) es una comunidad de vida fundada en la puesta en común y no
en la contabilización y el intercambio mercantil, el pago del trabajo doméstico
no ha sido considerado hasta estos últimos tiempos.
El trabajo
doméstico, por el contrario, ha sido considerado como un trabajo hecho por y
para la comunidad doméstica indivisa. ESTA FORMA DE VER, HAY QUE SUBRAYARLO. NO
ES LEGÍTIMA MÁS QUE SI LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD DOMÉSTICA SE REPARTEN
EQUITATIVAMENTE LAS TAREAS. El pago del trabajo doméstico mediante un subsidio
público que algunos militantes reclaman para Ia mujer, en nombre de la utilidad
social de este trabajo, no puede conducir a un reparto equitativo de las tareas
y PRESENTA ADEMÁS LOS SIGUIENTES INCONVENIENTES: TRANSFORMA EL TRABAJO
DOMÉSTICO EN TRABAJO CON FIN ECONÓMICO, ES DECIR , EN EMPLEO (DE) DOMÉSTICO; ASIMILA EL TRABAJO DOMÉSTICO A UN TRABAJO ÚTIL PARA
LA SOCIEDAD A MIENTRAS QUE SU FIN ES Y DEBE SER NO LA UTILIDAD SOCIAL SINO EL
BIENESTAR Y EL PLENO DESARROLLO PERSONAL DE LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD, LO
QUE ES MUY DIFERENTE. La confusión entre el pleno desarrollo de las personas y
su utilidad social es signo de una concepción totalitaria de la sociedad en la
que no hay lugar para la singularidad y Ia unicidad de cada persona ni para la
especificidad de la esfera privada. Esta es y debe ser sustraída, por
definición, al control social y a los criterios de utilidad pública.
1.5.3. LA ACTIVIDAD
AUTÓNOMA.
Las actividades
autónomas que se realizan como teniendo un fin en sí mismas, libremente, sin
necesidad. Se trata aquí de todas las actividades experimentadas como
contribuyentes a un pleno desarrollo, enriquecedoras, fuentes de sentido y de
alegría: actividades artísticas, filosóficas, científicas, relacionales,
educativas, caritativas, de ayuda mutua, de autoproducción, etc. Todas estas
actividades requieren un «trabajo» en el sentido de esfuerzo, de aplicación
metódica, pero encuentran su sentido y su recompensa tanto en su realización
como en su resultado: no son más que una sola cosa junto con el tiempo de
vivir. Además es necesario que éste no sea medido con tacañería. EN EFECTO, UNA
MISMA ACTIVIDAD *POR EJEMPLO, CRIAR A UNOS HIJOS, PREPARAR UNA COMIDA, CUIDAR DEL
MARCO DE VIDA- PUEDE SER UN TRABAJO CUYAS OBLIGACIONES SE SUFREN COMO OPRESIVAS
O UNA ACTIVIDAD EN LA QUE SE DISFRUTA, SEGÚN QUE SE ESTÉ ABRUMADO POR LA FALTA
DE TIEMPO O QUE SE LLEVE A CABO CON TODA TRANQUILIDAD, EN LA COOPERACIÓN Y EL
REPARTO VOLUNTARIOS DE LAS TAREAS.
1.6. EL FIN DE LA
UTOPÍA.
El trabajo con fin
económico solamente ha llegado a ser progresivamente dominante con el
capitalismo y la generalización de los intercambios mercantiles. Ha eliminado,
en particular, numerosos intercambios de servicios no mercantiles y de
producciones artesanales en Ias que el trabajo con fin económico y el placer de
crear belleza estaban inextricablemente mezclados.
Este es el motivo de
que el movimiento obrero se haya opuesto originalmente a la primacía que el
capitalismo industrial confería al trabajo asalariado y a los fines económicos.
Reclamando la abolición del salariado y el gobierno o autogobierno de la
sociedad por los trabajadores libremente asociados, dueños de los medios de
producción, Ia oposición obrera iba, sin embargo, a contrasentido del
desarrollo en curso. Tenía un carácter utópico, porque las posibilidades de
darle cuerpo no se concretaban. AHORA BIEN, LO QUE ERA UTÓPICO AL INICIO DEL
ÚLTIMO SIGLO DEJA EN PARTE DE SER LO
HOY: EL PROCESO SOCIAL DE PRODUCCIÓN, LA ECONOMÍA REQUIEREN CADA VEZ MENOS EL
TRABAJO ASALARIADO. La subordinación al trabajo asalariado y a los fines
económicos de todas las otras
actividades y los otros fines humanos pierde su sentido y su necesidad. La
emancipación respecto a la racionalidad económica y mercantil se hace posible.
No se llevará a cabo si no
es con acciones que
no sólo la tomen expresamente como fin, sino que al mismo tiempo ilustren su
posibilidad. La acción cultural, el desarrollo de «actividades alternativas»
toman una importancia muy particular en este contexto. Volveré sobre ello más
adelante.
DIEZ RAZONES PARA NO TENER UN TRABAJO
1. Desconectar tiempo e ingresos
Cuando uno entra en un puesto de trabajo, lo que
está haciendo es pasar a cambiar su tiempo por dinero. Cuando piensas en la
hipoteca a final de mes, en realidad no estás pensando en la cantidad de dinero
que vas a tener que pagar, sino en las horas que vas a tener que pasar en la
oficina. ¿HACIENDO QUÉ? DA IGUAL, TE PAGAN POR TU TIEMPO.
En realidad a la mayor parte de la población mundial
le importa muy poco el tiempo que pases en tu puesto de trabajo. Quizá sólo tu
jefe y Minglanillas estén interesados. Al resto lo único que nos importa es el
valor de lo que puedas generar. ¿Cuánto pagarías por este artículo? ¿Pagarías
el doble si en vez de dos horas me hubiera costado cuatro?
Está bien echar un vistazo a lo que se considera
“normal” para ver cuáles son las posibilidades que ofrece la no-normalidad. En
este caso, la primera conclusión a la que llegamos es que HAY QUE DESCONECTAR
LOS CONCEPTOS DE TIEMPO Y DINERO.
2. Experiencia limitada
Uno puede pensar que es interesante tener un trabajo
para adquirir experiencia. El problema es que el tipo de experiencia que se
adquiere es la que proporciona la capacidad de realizar una función determinada
de manera repetitiva. AL PRINCIPIO SE APRENDE MUCHO Y LUEGO TE QUEDAS ESTANCADO,
perdiendo mientras tanto la posibilidad de adquirir nuevas experiencias que a
la larga pueden resultar mucho más valiosas.
¿Qué va a pasar con la experiencia que posees en tu
puesto de trabajo? Si dejas de trabajar con Java, ¿cuánto Java recordarás de
aquí cinco años? ¿Existirá Java en tres años?
¿No sería mucho más importante adquirir experiencia
en cómo hacer dinero por tu cuenta?
3. Una domesticación que dura una vida
Conseguir un trabajo es como enrolarse en UN
PROGRAMA DE DOMESTICACIÓN HUMANA. UNO APRENDE A SER UNA BUENA MASCOTA.
¿TE GUSTA TU CUBÍCULO? ¿HAS CRECIDO LO SUFICIENTE
COMO PARA LLEGAR A APRECIAR EL COLOR BEIGE DE LAS PAREDES? ¿QUÉ TAL EL
ENTRENAMIENTO? ¿SE TE RECOMPENSA POR TU BUEN COMPORTAMIENTO? ¿TE ENSEÑAN LO QUE
ES LA DISCIPLINA SI NO ERES CAPAZ DE CUMPLIR LAS ÓRDENES QUE TE PROPORCIONAN?
EL EMPLEADO, EL PERRO DE PAVLOV Y LA RATA EN EL
LABERINTO PERSIGUIENDO EL PUTO QUESO.
4. Demasiadas bocas que alimentar
De cada nómina se retiene aproximadamente una
burrada en concepto de impuestos. Estos impuestos están diseñados para disfrazar
la cantidad de dinero que se queda por el camino ya que una parte la paga tu
empleador y otra parte la pagas tú. De todas maneras, PUEDES ESTAR SEGURO DE
QUE TU EMPLEADOR CONSIDERA QUE TODOS ESOS IMPUESTOS SON PARTE DE TU SALARIO,
ASÍ COMO CUALQUIER OTRA COMPENSACIÓN QUE RECIBAS COMO BENEFICIOS. Incluso el
alquiler de la oficina que estás ocupando entra en las cuentas, así que tienes
que generar por lo menos más valor de lo que cuestan las paredes entre las que
te mueves. Más vale que te guste tu oficina, porque la estás pagando todos
los meses.
Otras partes de tu sueldo van destinadas a pagar a
inversores y a propietarios, y eso son muchas bocas que alimentar.
AL FINAL A TI TE LLEGA UNA PEQUEÑA PARTE DEL VALOR
QUE ESTÁS GENERANDO. TU SALARIO REAL ES APROXIMADAMENTE EL TRIPLE DE LO QUE
RECIBES, PERO NUNCA VERÁS LA MAYOR PARTE DE ESE DINERO. VA DIRECTO AL BOLSILLO
DE OTRAS PERSONAS. Y TÚ QUE PENSABAS QUE ERAS UNA PERSONA EGOÍSTA…
5. Demasiado riesgo
La mayor parte de los empleados creen que encontrar
un trabajo es la manera más segura de obtener un sustento económico. LA GENTE
CREE ESO PORQUE EL CONDICIONAMIENTO SOCIAL HACE MARAVILLAS.
Estás poniendo tu única fuente de ingresos en manos
de tu empleador, que puede deshacerse de ti con dos palabras: “Estás despedido”
(generalmente empleará más). ¿No sería más seguro tener diez fuentes de ingreso
que una sola que dependiera de una única persona? ¿DÓNDE ESTÁ EL SENTIDO COMÚN
CUANDO SE LE NECESITA?
LA IDEA DE QUE UN TRABAJO ES LA MANERA MÁS SEGURA DE
HACER DINERO ES SENCILLAMENTE ESTÚPIDA. NO PUEDES TENER SEGURIDAD SI NO TIENES
CONTROL, Y NADIE TIENE MENOS CONTROL QUE LOS EMPLEADOS. EN REALIDAD, LOS
EMPLEADOS DEBERÍAN SER LLAMADOS “JUGADORES PROFESIONALES”.
6. TENER UN IDIOTA POR JEFE
En el mundo del emprendedor, si te encuentras a un
cretino puedes dar media vuelta y largarte por otro camino. EN EL MUNDO
CORPORATIVO, CUANDO VAS ANDANDO Y CHOCAS CONTRA UN GILIPOLLAS, LO ÚNICO QUE
PUEDES HACER ES DECIR “DISCULPE, JEFE”.
7. Mendigar dinero
Cuando necesitas aumentar tus ingresos, ¿qué haces?
Te levantas y vas a pedir más dinero a tu dueño. Ten en cuenta que tus padres
podían ceder porque eras su hijo, pero a tu jefe no puedes ir con el mismo
cuento. En cualquier caso, ¿QUÉ TAL SIENTA QUE TE LANCEN UNAS MIGAJAS AQUÍ Y
ALLÁ DE VEZ EN CUANDO? Si eres bueno te darán una chocolatina.
¿NO SERÍA MUCHO MÁS RAZONABLE SER TÚ EL QUE
DECIDIERA CUÁNTO DINERO QUIERES RECIBIR A CAMBIO DE TU TRABAJO?
8. Una vida social endógámica
Mucha gente sale por las tardes con gente de su
trabajo. Pasan su tiempo con las mismas personas trabajando en los mismos
campos. Se trata de relaciones incestuosas que se convierten en callejones sin
salida. Las
conversaciones versan sobre los nuevos ordenadores que van a instalar, o si el
día de nochebuena habrá que trabajarlo por la mañana, o sobre quién será el que
se lleva los bolígrafos de punta fina que desaparecen del almacén. Podríamos
salir y hablar con gente nueva, pero joder, eso da miedo. Mejor quedarse donde
no hace frío.
Si uno de tus co-esclavos es vendido a otro dueño…
¿pierdes un amigo? Si en tu trabajo sólo hay tíos, ¿es la secretaria la única
mujer en el mundo con la que puedes hablar?
¿NO SERÍA MEJOR PODER DECIDIR CON QUIÉN TE
RELACIONAS Y CON QUIÉN NO?
9. PÉRDIDA DE LIBERTAD
Se precisa de un gran esfuerzo para CONVERTIR UN SER
HUMANO EN UN EMPLEADO. LO PRIMERO QUE TIENES QUE HACER ES TERMINAR CON SU
VOLUNTAD PROPIA. Lo mejor es proporcionarle, en cuanto entra por la puerta,
un grueso manual con el código de conducta, un tocho lleno de normas y reglas
sin sentido. Esto consigue que el empleado sea mas? obediente, ya que
percibe que podría ser disciplinado en cualquier momento por cualquier cosa que
escape a su entendimiento. Al final el empleado concluye que lo suyo es
comulgar con ruedas de molino para evitarse desgracias.
EN ALGUNOS LUGARES A LOS EMPLEADOS SE LES EXPLICA
CÓMO TIENEN QUE VESTIR, CÓMO TIENEN QUE ACTUAR. NO SE LES PUEDE DEJAR PENSAR
POR SÍ MISMOS, ESO LO ARRUINARÍA TODO.
10. CONVERTIRSE EN UN COBARDE
Los empleados siempre se quejan airadamente de los
problemas de la compañía. En realidad no quieren soluciones, sólo quieren poder
decir, llegado el caso, que la culpa fue de otro. SI NO LE PUEDES DECIR A TU
JEFE DE VEZ EN CUANDO QUE ES UN CAPULLO SIN QUE TE DESPIDA, ENTONCES TE HAS
CONVERTIDO EN PROPIEDAD DE TU DUEÑO.
SI TRABAJAS RODEADO DE COBARDES DURANTE TODO EL DÍA,
¿NO CREES QUE SE TE VA A TERMINAR PEGANDO ALGO? POR SUPUESTO. ES SÓLO CUESTIÓN
DE TIEMPO QUE TERMINES SACRIFICANDO LAS PARTES MÁS NOBLES DE TU HUMANIDAD EN EL
ALTAR DEL MIEDO: PRIMERO EL CORAJE, LUEGO LA HONESTIDAD, LUEGO EL HONOR Y LA
INTEGRIDAD… FINALMENTE TU VOLUNTAD PROPIA.
HAS VENDIDO TU HUMANIDAD POR UNA ILUSIÓN, Y AHORA TU
MAYOR MIEDO ES DESCUBRIR LA MENTIRA EN LA QUE TE HAS CONVERTIDO.
Vivir feliz sin un trabajo
¿Y cuál es la alternativa a buscarse un trabajo? La
alternativa es vivir felizmente sin un curro y generar dinero a partir de otras
fuentes. Date cuenta de que ganas dinero proporcionando un valor (no tiempo),
así que busca una manera de proporcionar un valor a través de algo que sepas
hacer bien y cobra un precio razonable por ello.
Una de las maneras más sencillas es comenzar tu
propio negocio. Cuesta más tiempo y esfuerzo empezar tu propio camino, pero tu
libertad bien vale la inversión inicial de tiempo y energía. Luego podrás
relajarte y comprarte tus propias migajas e incluso un par de chocolatinas. Y
toda la experiencia que reúnas por el camino servirá para tu nuevo trabajo:
Hacer dinero sin trabajar para otro.