El mundo no nos pertenece. Si tiene un dueño que es tan estúpido como para quererlo tal como es, que se lo quede. Dejémosle contar ruinas en lugar de edificios, cementerios en lugar de ciudades, lodo en vez de ríos y fango infecto en vez de mares.

Nunca dejes de luchar¡¡

'feminicidio o auto-construcción de la mujer

PARA QUE AUMENTE EL CONOCIMIENTO DEBE EXISTIR EL DESACUERDO. Y ESTE PROGRESO DEL CONOCIMIENTO SE PRODUCE A PARTIR DE LA ENUNCIACIÓN DE TEORÍAS AUDACES Y SU CONTRASTACIÓN Y DISCUSIÓN CRÍTICA. PARA EL AVANCE Y EL AUMENTO EN LA PROFUNDIDAD DEL CONOCIMIENTO SE PRODUCE A TRAVÉS DE PROPONER IDEAS AUDACES Y TRATAR DE PROBARLAS, DE CONVERSACIONES, DE DISCUSIONES, EN LAS QUE LOS INTERLOCUTORES, DESDE PUNTOS OPUESTOS, VAN DEFINIENDO CONSTRUYENDO UNA FORMA DE INTERPRETAR SU ENTORNO.

CAPITALISMO

CAPITALISMO
No es natural sentirse bien en un mundo enfermo, y lleno de injusticia

el problema

el problema

LAS VERDADES SON HECHOS.

LAS VERDADES SON HECHOS.

punk, oi, hard core

jueves, 22 de enero de 2015

DISTORSIONES PATRIARCALES









La verdad sobre la violencia


Se trata de un tema incómodo.
Un asunto que nadie quiere afrontar y que provoca respuestas automáticas, cargadas de miedo y sentimientos de culpabilidad, fruto de la programación mental a la que todos estamos sometidos.
Y es que éste, no es un tema nada fácil de abordar.
Exige valentía y una mente abierta para enfrentarnos a cosas que no queremos ver y que nos sitúan frente al espejo…


PONGAMOS LAS COSAS EN SU LUGAR
Nos guste o no, la naturaleza está repleta de violencia.
El león devora a la gacela, el gorila dominante del grupo reprime duramente a los machos aspirantes, el mosquito agujerea nuestra piel y la vaca arranca y mastica la hierba a su paso.



Todo ello son acciones violentas que implican el uso de la fuerza contra la voluntad de otro organismo.


Todo ello implica causar dolor a otros seres vivos por conveniencia propia.



Así es la naturaleza en estado puro.
Por esa razón, cuando alguien “condena la violencia”, o dice que “la violencia no conduce a ninguna parte”, simplemente está haciendo el ridículo.
Condenar la violencia es como condenar la ley de la gravedad. (y podríamos hacerlo: al fin y al cabo, la ley de la gravedad ha matado a muchas personas buenas e inocentes que no habían hecho daño a nadie)

Lo miremos por donde lo miremos, condenar la violencia como concepto es caer en el absurdo más sonrojante.
Ciertamente, la mayoría de nosotros no querríamos que las cosas fueran así, empezando por quien escribe estas palabras.
Preferiría vivir en un mundo donde los intercambios biológicos de materia y energía o las dinámicas de poder o defensa del territorio fueran muy diferentes. Un universo espiritual en el que los seres vivos no se perjudicaran entre sí y en el que intercambiasen energía y materia de forma placentera, formando una red simbiótica y armónica perfectamente equilibrada, donde jamás hicieran acto de presencia ni el dolor ni la muerte.
Pero si eso existe, debe ser en otra dimensión o en otro universo.
Aquí y en este planeta, reina el intercambio violento y doloroso de energía y materia.
Y no podemos cerrar los ojos a estas dinámicas naturales.


Como decíamos en anteriores artículos, es como estar encerrado en una habitación con un lobo hambriento. No te servirá de nada hablarle de “pacifismo” y decirle que “la violencia no lleva a ninguna parte”.
En estas circunstancias, el que está fuera de lugar eres tú, no el lobo.
Eres tú el que debe adaptarse a las circunstancias del momento.
Los conceptos de “pacifismo”, “convivencia” o “moralidad” son abstracciones que solo viven en el interior de tu cabeza.
El lobo no los necesita. Tiene hambre y fuerza. Punto final.
Pero en todo caso tranquilo, si lo deseas puedes seguir siendo “pacifista”…mientras te arranque la carne a mordiscos y triture tus tendones, siempre podrás pensar en Gandhi, Jesucristo y la Madre Teresa de Calcuta. Eso no te lo quita nadie…
 


Violencia y manipulación
Lo difícil de asumir, en definitiva, es que la violencia, en sí misma, no es ni buena ni mala y que calificarla de una u otra manera, depende de valoraciones abstractas inventadas por nosotros mismos.
Todo esto puede parecer muy obvio, pero en realidad determina todos los aspectos alrededor de este tema.
Porque el Sistema ha sustituido el concepto natural de violencia que todos llevamos instintivamente arraigado a nivel biológico por un nuevo concepto abstracto y distorsionado de “violencia”, creado ex-profeso con el fin de impedir que los individuos recurran a su instinto violento como medio de autodefensa ante la agresión.



Es como si el lobo de la habitación, al ver que agarramos un garrote para defendernos, se nos acercara, lentamente, y nos dijera con voz suave: “la violencia es mala y no lleva a ninguna parte…¿no te da vergüenza?”


EL CONTROL DE LAS DEFINICIONES

Quien domina las definiciones, domina el mundo.
Porque quien controla las definiciones, controla las mentes y controla las creencias de la sociedad.

Controlar las definiciones significa manipular los conceptos, el nombre que se les asigna, su sentido, sus límites y ante todo, los valores que se les asocian.
Y una vez hecho eso, obligar a los demás a acatarlos como si fueran la única verdad posible y aceptable.
En eso consiste el ejercicio del poder.
Y el caso de la violencia es un claro exponente de ello.


La violencia siempre es justificable

Esto es algo que mucha gente se niega a comprender, a pesar de que la historia está repleta de ejemplos que lo demuestran.
Todas las guerras y actos violentos, sean los que sean, han sido debidamente justificados por ambos bandos en su momento.
Los Romanos extendieron su Imperio a través de la violencia, pero lo justificaron bajo el pretexto de la civilización, el progreso y la pacificación.
Alejandro Magno extendió su imperio de forma violenta, luchando contra la maldad inherente del Imperio Persa y buscando unificar el mundo conocido bajo las bondades de la Civilización Helénica.

El Comunismo extendió sus dominios de forma violenta luchando por los derechos del proletariado y contra la opresión capitalista, mientras el Imperio Americano ha justificado todo tipo de guerras, crímenes y saqueos con el subterfugio de extender la libertad y la democracia.
Y es que encontraremos este tipo de justificaciones en todos los casos habidos y por haber, desde el imperio más grande hasta el grupúsculo armado más pequeño.


Y eso nos arroja una conclusión: la violencia se cataloga de justificable o injustificable dependiendo del bando elegido en cada ocasión.
En consecuencia, queda claro que el bando ganador o dominante, es decir, el que tenga más poder, siempre encontrará plena justificación a su actitud violenta, hasta convertirla en algo legítimo y denostará la violencia del que se le oponga, catalogándola de actitud criminal e ilegal.

Este es el gran truco del macho alfa
Fue un gran salto intelectual, sin lugar a dudas.
Un día, el macho alfa descubrió que quién domina las definiciones domina la manada. Y para conservar su poder, cambió el significado de las palabras a su conveniencia.

Su actitud violenta pasó a ser llamada “la ley” y la justificó calificándola de “defensa legítima del orden y el bien común”; y en contraposición, tildó la actitud violenta de todo aquél que se le opusiera de “violencia injustificada”.
Una vez establecidas estas definiciones, solo tuvo que inculcar por la fuerza a los demás miembros del grupo que “la violencia es algo malo” para conseguir que cualquiera que se le opusiera, recibiera el rechazo unánime de la mayoría.


Y no solo eso: con el paso del tiempo y gracias a la criminalización del concepto “violencia”, cualquier miembro del grupo acabaría desarrollando un fuerte sentimiento de culpa cada vez que se planteara actuar usando la fuerza.
Una jugada perfecta que derivó en lo que todos conocemos: el monopolio de la violencia del Estado.

Lo vemos cada día en los medios
Este truco lo vemos reflejado diariamente en los grandes medios de comunicación y más específicamente expresado cuando se producen disturbios en las manifestaciones.
Fijémonos en las palabras utilizadas por los periodistas, un auténtico manual de la manipulación del lenguaje y de la mente del espectador.
A los manifestantes que actúan violentamente, los periodistas los llaman “los violentos”.

Se trata de un truco maravilloso, porque al llamarlos así, implícitamente se está dando a entender que los únicos que usan la violencia son los manifestantes.
Sin embargo, cuando un policía dispara balas de goma o golpea con una porra también está utilizando la violencia, exactamente igual que un manifestante que arroja piedras o un cóctel Molotov.

La verdad es que ambos bandos utilizan la violencia para alcanzar objetivos diferentes.
Catalogar solo a uno de los dos bandos de “violento” es manipular el lenguaje y a los espectadores intencionadamente (algo que por otro lado, no debería extrañarnos, pues hace tiempo que la manipulación social es el único cometido del periodismo)
De la misma manera, cuando en una manifestación se habla de “los encapuchados”, se vuelve a recurrir al mismo tipo de manipulación.
Los manifestantes que actúan violentamente ocultan su identidad con el fin de no ser identificados, salvaguardar su seguridad y evitar represalias posteriores de las autoridades.
Exactamente lo mismo que hacen los agentes antidisturbios: actúan violentamente y ocultan su identidad con el fin de salvaguardarse de represalias posteriores por parte de la población.







 

Cada 28 o 30 días tengo la regla.....Me imagino que aunque no lo diga públicamente todo el mundo los sospechaba. Soy una mujer y las mujeres, durante un periodo de nuestra vida, menstruamos.







Mi menstruación supone solo una fase de mi ciclo menstrual. Menstruo porque el óvulo que se ha desprendido de mis ovarios NO ha sido fecundado.

Mi regla no huele a nubes ni a rosas, tiene un olor fuerte, muy característico. No es un olor a sucio ni a rancio, es un olor de limpieza profunda.

Cuando tengo la regla se que estoy bien, que mi cuerpo funciona perfectamente.

Los días anteriores a menstruar me siento un poco más lenta, no me apetece mucho estar con gente y descanso más de lo habitual, eso lo he aprendido con los años, nadie me ha contado que es normal sentirse así y está bien pasar unos días “antisocial” para tener más tiempo para estar conmigo misma y saber cómo me encuentro.

Si estoy triste mi cuerpo lo detecta y me doy permiso para llorar lo que no he llorado en todo el mes.

Si estoy cabreada, mi cuerpo lo DETECTA y entro en contacto con mi rabia.

Si estoy bien, si no tengo “cuentas pendientes” conmigo misma, simplemente me siento cansada, me relajo, paro un poquito y disfruto de momentos de soledad.
Pero hoy tengo ganas de reírme. Estoy a unos días de la fase premenstrual y siento como se abre paso en mí una fuerza descomunal para ser como soy sin tapujos ni consideraciones (con quien no las merece, obvio!).

Seguro que muchas conocéis a
Violencia Rivas y a su gran hit "No le eches la culpa a mi menstruación"



"me ves enojada y pensas que estoy con el mes,
escuchas que te grito y pensas que estoy con el mes
porque no pensas que estoy así por lo que vos haces

si me pone nerviosa alguna situacion
no le eches la culpa a mi menstruación
no la uses de excusa ni te justifiques
la razón de mis nervios es tu pelotudez

yo menstruo cuatro dias al mes
no me digas que eso te hace daño
yo menstruo cuatro dias al mes
y vos sos un forro todo el año"

"Fue fuerte para época ¡claro!, lo hice porque estaba harta de que supongan que cuanto una mujer menstrua se convierte en un monstruo subhumano al que le venden tampones y todo tipo de basura, porque la convencieron de que aunque se sienta como el orto tiene que seguir estando fresca y activa bella y sonriende para seguir agradandole a resto los idiotas, que seguimos bajo el chorro del sifon de bostas que manejan los hijos de puta "


Porque una se cansa ya de que le digan que tanta bronca viene de las hormonas como si el otro (otrx) estaría libre de culpa.Cuando estamos premenstruales somos más nosotras que nunca. Nuestro cuerpo no nos permite tragar y sonreír. De hacerlo, vienen las jaquecas, el hinchazón, la afonía... Estoy por sacar un ratito y escribir una canción desde las entrañas de mi premenstrualidad. La Señora Premen es una gran compositora...
¿Alguna se anima?





Tema controvertido: hay chicas que cuando tenemos la regla estamos más susceptibles. ¿Cuántas veces habremos escuchado eso de “déjala, tiene la regla” o cualquier otra frase para menospreciar lo que decimos durante la menstruación? ¡Cómo cansa!


 
Lo que pasa simplemente es que la regla nos está ayudando a sacar todo lo que tenemos dentro, lo que hemos estado aguantando durante el resto del mes ya no lo aguantamos más, comenzamos a poner puntos sobre las íes y queremos ser escuchadas, y eso tiene muchísima dignidad. Esto también nos pasa porque se nos impone que sigamos con el mismo ritmo que el resto del mes (ese estrés que también acentúa el dolor de regla), y es un momento que muchas vivimos como más introspectivo, en el que tenemos ganas de bajar el ritmo, pero como no nos dejan, nos ponemos irritables, y con toda la razón del mundo.


Así que no dejes que te quiten importancia o que achaquen a tus hormonas lo que estás diciendo: lo dices tú, sale de lo más profundo de ti, y si estás cabreada es porque algo te molesta, no porque tengas la regla.



Cuando sangramos debemos descansar, cuidarnos, dormir bien, tomar buena alimentación y ser respetuosas con nuestro cuerpo y nuestro ciclo; y no por el hecho de que la menstruación duele porque eso no debía ser así, Erika Irusta habla de que el 70% de los problemas menstruales tienen que ver con un cuestión cultural: si duele es que hay algún problema. Empoderarnos con y desde nuestros cuerpos pasa por no someternos a los ritmos impuestos del patriarcado.

Algunas de las cosas horribles pasan por decir que si la mujer quiere faltar al trabajo porque tiene la regla, tiene que tener un justificante médico.



Ya es oficial, odio a la institución médica y a todxs sus fieles. Las mujeres no somos continuas menores de edad que requieran una supervisión y un papelito que les de permiso para descansar, ya sabemos muy bien nosotras cuando hacerlo.




Claro, pero entonces la picaresca las llevará a no ir nunca a currar [Voz de señor patriarcal]. Vale, pues entonces no demos días de baja para nadie, que la picaresca es muy mala para todos. Me asombra oír el discurso del poder en la boca del obrero.



La regla es aquello que dicen que nos hace mujeres (y yo me pregunto qué serán las pre y postmenopáusicas entonces) y que, según algunos, nos convierte en inestables emocionalmente, irritables, e incluso violentas, y a lo largo de la historia ha servido de excusa para defender que somos incapaces de hacer casi cualquier cosa, desde batir mayonesa a estudiar en la universidad.

Se supone que el modelo de estabilidad emocional es el masculino, porque si ellos se cabrean es por razones, y si lo hacemos nosotras es por hormonas, pero ahora resulta que han descubierto que los 6 o 7 picos de testosterona que suelen tener al día afectan a su humor, lo que probablemente hará que también empiecen a venderles hormonas para estabilizarlos.

Además a la regla hay que mencionarla en voz baja, con una sucesión interminable de eufemismos, porque estamos “malas”, “indispuestas”, “con el mes” o “manchando”, y en lugar de roja como la mía, deben hacer los anuncios de tampones con sangre de princesa, porque siempre es azul.

Reconozco que quizá puedo permitirme escribir esto porque ni me duele ni me dura demasiado (y menos desde que uso la Mooncup), pero creo que merece un descargo de tantas cosas horribles que se le acusa. Así que me voy a permitir aquí la licencia de hablar de las cosas buenas que tiene mi menstruación.

A veces cuando tengo la regla estoy más sensible, lo que quiere decir que si algo me está molestando no me voy a callar, y que si me siento triste, puede ser que llore. Teniendo en cuenta que me paso gran parte del día trabajando con personas que tienen dificultades para reconocer sus emociones y expresarlas, no me parece especialmente malo poder hacerlo con más facilidad de vez en cuando, en lugar de andar todo el tiempo contenida en aras de la racionalidad y la estabilidad.

También es cierto que puedo tener insomnio una o dos noches antes. Pero suelen ser insomnios productivos, sobre todo para escribir o para trabajar, y si los dedico a leer, o a ver una película, como estoy “más sensible”, es probable que le saque más jugo. Además estar sensible también significa que se me agudizan el olfato, el gusto, y el tacto, y si tenemos en cuenta que en esos días también me sube bastante la libido, hacen una conjunción interesante. Y de paso disfruto más de la comida.

No negaré tampoco que a veces me duele, y que me puedo sentir más hinchada, pero si en un juego de palabras cambiamos hinchada por turgente, hay que reconocer que la regla mejora el aspecto de mi escote.





Koyaanisqatsi, también conocida como Koyaanisqatsi: Life Out of Balance
 es una película del año 1982 dirigida por Godfrey Reggio. Se trata de un documental en el que se muestran imágenes de gran impacto visual y emocional sobre el efecto destructivo del mundo moderno en el medio ambiente. Las imágenes van acompañadas por música compuesta por el minimalista Philip Glass. El nombre de la película significa «Vida fuera de equilibrio» en el dialecto de los hopi, antigua tribu americana que habitaba en la meseta central de EEUU.
 



Transfiguraciones - Performance by Olivier De Sagazan 
 DE LA CINTA de Samsara, una cinta de Ron Fricke en la misma sintonía filosófica de la mítica Koyaanisqatsi que buscaba hacer una crítica visual al capitalismo voraz. En la siguiente escena en  un ejecutivo se sometía a varias transformaciones faciales con arcilla y pintura, aplicadas a sí mismo y en directo, hasta convertirse en una especie de abominación horrible. La alegoría en aquel caso era clara: con sus prácticas el tiburón financiero se acaba transmutando en un monstruo de humanidad ya irreconocible.

 


Samsara DOCUMENTAL 
Samsara, de hecho, es el término en sánscrito para referirse al ciclo de nacimiento, vida, muerte y encarnación.
Aunque como veras en el vídeo, en el mundo moderno ese ciclo es un poco distinto  y tiene poco de fascinante y mucho de deplorable.
 



EL CLITORIS 
Las XL -dúo de comediantes españolas compuesto por Nia Cortijo y Marta Sitjà- no encontraron mejor manera de rendirle un justo homenaje al centro de su placer, que escribir una canción sobre el clítoris. Ellas son partidarias de la coñocracia y están dispuestas a desmitificar la sexualidad femenina con música y humor.
 




Women's Ideal Body Types Throughout History
los ideales de belleza del cuerpo femenino en las distintas etapas de la historia humana y lo cierto es que la forma en que esos cánones han ido evolucionando deja bastante claras un par de conclusiones: una, que los preceptos estéticos y culturales son más arbitrarios que otra cosa, y dos, que desde los años treinta a esta parte los distintos ideales de cuerpo perfecto se han vuelto mucho menos accesibles y más inalcanzables.


El Diccionario del Doble Hablar


corto wake up call
mineria = consumismo = comprar tirar , comprar tirar = DESTRUIR





LA FELICIDAD QUE ENAJENA

El verbo chingar significa el triunfo de lo cerrado,
del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
Octavio Paz


Según la Wikipedia “la felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada… (es) una sensación interna de satisfacción y alegría”; para llegar a ese estado de ánimo implica un recorrido lúcido, ético o sensato; cuando no es así, estamos ante una felicidad enajenada y si además es colectiva, es posible encontrar un uso político detrás.   

La felicidad como engaño

Cuando la felicidad se emplea sociológicamente para favorecer a los grandes sistemas político-económicos, es un agente enajenante eficaz para dirigir masas. De esta manera por ejemplo, en sociedades jerárquicas, la felicidad equivale a ser rico, exitoso o poderoso, metas fascinantes que obligan a las personas a buscarlas para sentirse completas. O bien, otros satisfactores consumistas sirven para, frente a la imposibilidad de que toda una sociedad disfrute de una felicidad colectiva (sólo unos cuantos(as) lo logran bajo los “valores” antes mencionados) sirven como premios de consolación comprar, comer, beber, drogarse, admirar a “triunfadores”, encerrarse en la religión y un largo etcétera.

Así frente a la frustración de no ser el/la mejor en nada, ni rico(a) ni poderoso(a) el individuo(a) moderno se contenta con los alicientes cotidianos como un trabajo “seguro”, ver telenovelas o el fútbol. Este tipo de felicidad despolitizada para no causar daño a las/los precursores del sistema tal cual, se nutre de la individualización egoísta y narcisista que crea un mundo de ilusiones para cada quien dependiendo de sus gustos (también manipulados) y posibilidades, haciendo de la felicidad momentos esporádicos, como las ya famosas tarjetas Monex-Soriana que dio el PRI para comprar votos: una felicidad inmediata a cambio de una más larga y grande.

Las empresas no se quedan atrás. El gran secreto del éxito de la Coca-Cola, consiste en el bombardeo publicitario de su marca como sinónimo de felicidad: tomando Coca-Cola el mundo es más bonito. Claro que este tipo de mercadotecnia que invita a la adicción de ese veneno, esconde además otros peligros como la osteoporosis y la diabetes, primera causa de muerte en países como México. Pero no hay nada más refrescante que una Coca-Cola bien fría y esa felicidad instantánea es difícil de erradicar porque es un negocio.

La felicidad que chinga

El poder es la adicción de los políticos; les da una enorme felicidad que les digan “sr.(a) presidente(a)”, “sr.(a) gobernador(a)”, “sr.(a) diputado(a)” etcétera y tener dominio sobre los demás. No hay nada más alentador que el triunfo sobre el rival, chingárselo, y luego hacer tranzas con otros poderes, como el económico y el religioso. En este mundo la traición y el fraude son más eficaces que la competencia y los ideales; narcisismo puro, egocentrismo egoísta.

Esta felicidad es más notable en los políticos, por que estos se han acostumbrado a servir a un patrón (empresas y grupos de poder) chingando a la sociedad en general. No es nada nuevo descubrir el derroche en nimiedades como el nuevo avión presidencial y la nueva sede del Senado, grandes símbolos de poder, contrastando con la austeridad para con la sociedad, sobre todo en los sectores más marginados, por ejemplo, en los frecuentes y raquíticos presupuestos para el deporte, el arte y la educación o, en un ejemplo más reciente, el de las ya famosas sillas de ruedas donadas por la SEDESOL al gobierno de Sonora, un verdadero fraude.

No debe sorprendernos la felicidad de los priistas, cuya autorrealización consiste en ganar elecciones de manera fraudulenta e ilegal. Otras profesiones y gremios como el académico, tal vez se conforme con mucho menos: un buen sueldo, estímulos y de vez en cuando un reconocimiento a la labor para mantenerlos contentos y calladitos; igual el policía, el médico cirujano, el carnicero o el cazador, basan la felicidad sublimando su violencia a través de prácticas legítimas.  Otras profesiones como la de sicario, son todavía más energúmenas pues su felicidad consiste directamente en el daño generado a terceros.

La felicidad se pinta como un valor tan abstracto como el amor, y como éste, se interpreta de millones de maneras. Para fines prácticos y usos políticos, es tan útil para las religiones como para la política y la economía, pues a través de ella es posible homologar los sentimientos y sobre todo, las energías de la sociedad en la búsqueda de satisfactores de acuerdo a la época y sistema socio-económico y cultural que le toca vivir, pero manteniendo un orden que en realidad no le deja ser feliz, desarrollarse en todo su potencial.

Final feliz, ¿para quién?

La felicidad de alguien puede ser el sufrimiento de alguien más cuando la persecución de este fin se convierte en algo desleal y sin sentido de colectividad. En México tenemos muchos ejemplos de ello gracias a la televisión, la iglesia, el modelo económico y los traumas y rencores generacionales sin resolver. Curiosamente en estos tiempos, nadie parece feliz buscando la felicidad del otro(a) o los otros(as) incluyendo a otras especies o el planeta mismo y eso, querámoslo o no, es una de las formas en que estamos esclavizados y a merced de los grupos de poder egoístas, cuya felicidad depende de que sigamos engañados.  











Tu cuerpo es tuyo… ¡pero tu mente también!


A lo largo de la historia, el sistema ha encontrado multitud de maneras de apropiarse del cuerpo de las mujeres. Durante siglos, y aún hoy en día, muchas mujeres no pueden decidir con quién casarse, con quién tener relaciones, cuántos hijos tener; en definitiva, han sido y siguen siendo consideradas un bien mueble más cuya propiedad pasa del padre al marido, y, más recientemente en la sociedad del consumo, unas muñecas que deben permanecer, ante todo, calladas, hermosas y exhibiendo una perfecta sonrisa.
La brutal deshumanización de las mujeres a través de la expropiación de su cuerpo ha sido descrita de forma magistral en el primer capítulo de El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir, presentada en impactantes documentales como El cuerpo de las mujeres de Lorella Zanardo y denunciada a través de muchas campañas emprendidas por gente comprometida, últimamente sobre todo debido al retroceso en materia de derechos sexuales y reproductivos que está sucediendo en nuestro país.
Se trata, sin duda, de una lucha de vital importancia que no se puede abandonar. Hoy, sin embargo, voy a hablar de algo que siempre acompaña a la expropiación del cuerpo pero que se trata de una forma de manipulación más encubierta y sutil: cómo el sistema nos expropia nuestra mente y nos desposee de nuestro pensamiento propio. A través de la expropiación del cuerpo se consigue la dominación y la humillación de la mujer, pero a través de la expropiación de la mente se consigue que ella lo acepte y justifique.

Por eso al sistema le interesa, muy especialmente, que permanezcamos alienadas de este modo: saben que a través de leyes, costumbres o utilizando la religión como pretexto es muy fácil robarnos nuestro cuerpo, pero robarnos nuestras ideas y convicciones más profundas sólo depende de que nosotras les dejemos entrar en nuestro cerebro, de que les permitamos manipular nuestro pensamiento a sus anchas. Una vez que seamos conscientes de que estamos engañadas, podrán encarcelarnos e incluso quemarnos en la hoguera como nuestras homólogas medievalespero saben que ya no seremos nunca más otro ladrillo en su muro de opresión y miedo. Cuando un ladrillo se cae de la pared, ésta sigue en pie, pero cuando caen todos, el muro desaparece.



¿Las estrategias para conseguir esto? Son muchas. La primera, hacernos machistas a nosotras mismas. Quizá sea la más evidente, aunque lo cierto es que la tenemos tan incorporada en nuestro día a día y en nuestros esquemas mentales que muchas veces hablamos y pensamos sexista sin ni siquiera darnos cuenta. Cuando nos enteramos de que, por ejemplo, una chica ha sido violada y de que, por miedo o por cualquier otra razón no ha podido oponer resistencia… enseguida decimos: ah, pero ¿se ha dejado violar?, o el más asqueroso: ¿no lo iría buscando? Sí, todxs sabemos que una violación es un terrible acto forzado, que nadie lo “va buscando” y que el NO de una mujer basta, pero, siendo honestxs, a todxs se nos ha escapado alguna vez, y frecuentemente estigmatizamos a la mujer violada por haber sobrevivido, mientras en nuestro subconsciente retumba el ancestral prejuicio: si no ha muerto como mártir, entonces es una puta…


Para hacernos sexistas, es muy importante conseguir que nos odiemos entre nosotras, que no estemos unidas, que veamos a las demás mujeres como competidoras en la lucha por complacer al varón. Nos ponen una especie de gafas para que veamos a las otras mujeres con los ojos de un hombre: nos programan para juzgar escrupulosamente a otras mujeres por razón de su físico (en realidad, más de lo que lo haría cualquier hombre). También nos programan para condenar y culpar el doble a una mujer que a un hombre por un mismo acto (por ejemplo, ante una mala educación de los hijos o un comportamiento sexual promiscuo) y para criticar ferozmente a cualquier mujer que se niegue a ser sumisa y decida pensar por sí misma: la llamamos fea, gorda, puta, indecente, marimacho, feminazi…
La segunda estrategia es la estigmatización: el clásico “como eres mujer…”. Como eres mujer, te dejas llevar por los sentimientos y no sabes debatir; como eres mujer, no sabes tomar tus decisiones de forma racional…¿No quieres tener hijos? Ah, perdona por la pregunta…es que como eres mujer… ¿Quieres ser astronauta? Joder, qué raro, como eres mujer… Sí, por desgracia muchos hombres y Homo Cañetus ciertas personalidades públicas acuden frecuentemente a este absurdo argumento, pero lo grave es que muchas veces nosotras mismas nos lo creemos y nos lo decimos entre nosotras: cómo es posible que te dediques a tal o cual cosa…¡si eres chica!; tú eres guapa, pero siendo chica, deberías ser más femenina…
El sistema siempre estigmatiza a quien ve peligroso…
Otra estrategia es la infantilización: conseguir que nos sintamos incapaces, tontas, que dependamos siempre de la ayuda y orientación de otra persona y convencernos de que, por más que nos esforcemos, nunca vamos a conseguir nuestros logros. Uno de los casos más frecuentes de infantilización es el de las mujeres embarazadas: seres humanos que atraviesan el difícil proceso de gestar otro ser humano en su interior y se las trata como niñas pequeñas, se las humilla y ningunea, tal y como cuenta este testimonio.
Pero el arma más poderosa que pueden usar para expropiarnos nuestra mente es la invisibilización, ya que ésta es, quizá, la que menos esté de nuestra mano combatir. A lo largo de la historia, ha habido grandes pensadoras, científicas y luchadoras de toda clase invisibilizadas por el simple hecho de ser mujeres; y hoy en día, los medios siguen silenciando a todas aquellas mujeres que podrían lanzar a otras el peligroso mensaje de: ¡EH! Tú no eres invisible y puedes cambiar las cosas… Los medios, en cambio, te muestran a mujeres que, o se contentan con ser muñecas, o son perros del sistema, o bien muestran una falsa y manipulada imagen del feminismo… Por ello, ¡hagámonos visibles y no permitamos que nos anulen como seres humanos!
Nuestro cuerpo nos pertenece y nuestra mente también.





Subordinaciones dediversa índole (entre ellas el futbol)



Para estos días que nos esperan, en el que los que dirigen el cotarro han prometido de manera indignante una prima estratosférica a esa banda de multimillonerios abanderados, habilidosos en dar patadas a un balón (la clase dirigente sabe dónde se encuentra el moderno pan y circo, aunque tantas veces falte el primero para tantos), viene al caso recuperar un par de reflexiones sobre la enajenación, esta vez protagonizada por el deporte.
En estos días de (irritante) sumisión al desenvolvimiento deportivo de un grupo de multimillonarios abanderados representantes de la nación/Estado, me vienen a la cabeza una serie de reflexiones sobre diversas aspiraciones libertarias, entre ellas la deseada (y olvidada por tantos, los intereses son muchos) fraternidad universal. Porque si Patria o Dios son abstracciones especulativas que tienen detrás diversas formas de dominación, la noción de fraternidad universal solo adquiere sentido para el anarquismo, al igual que cualquier otra teoría, en la práctica. Ya se ha debatido en no pocas ocasiones, y sin llegar la mayor parte de las veces a ningún lugar, sobre el concepto de nación, el cual tal vez tenga muchas interpretaciones, pero que se indigesta en cualquier caso para el que subscribe. Tal vez puedo ser reduccionista, pero para mí resulte plenamente identificable con un gobierno, con la independencia de un territorio e, incluso y con toda la flexibilidad que se quiera, con una identidad. Es por eso que los términos "nación" y "nacionalismo" son claramente vinculables, y solo la estrategia política de la clase política, de diversos pelaje e intereses, pretende diferenciarlos para desprestigiar a sus rivales (los otros nacionalistas).

Al anarquismo le repele toda forma de patriotismo (solo en el ámbito afectivo podría ser salvable el asunto, pero resulta indisociable de los aspectos jurídicos, clasistas e históricos).
Creo que fue Rilke el que dijo que la verdadera patria es la infancia, algo bello y literario que podemos subscribir en nuestro pretendido equilibrio entre la libertad más íntima y el afán de hermanamiento entre todos los seres humanos (un ideal que seguro que no pertenece exclusivamente al anarquismo, ya que se manifiesta a lo largo de toda la historia, pero solo él se muestra intransigente con todo lo que lo bloquea). Pero no hay que olvidar la permanente crítica a toda abstracción, incluso la que se llama Humanidad o Pueblo, no hay culto posible porque no sería más que caer en una nueva religión (llámese quizá populismo). Mantener la lucidez es denunciar todo aquellos que impide el progreso, acercarse a las más nobles aspiraciones de los seres humanos, y estaremos de acuerdo en que existe una estrecha relación entre los diversos ámbitos de desenvolvimiento humano; si se apela a la "nación", de la manera que fuere, es por cuestiones sociales y políticas. A estas alturas, hablar de "opio del pueblo" es otra cosa que parece añeja, aunque hay que preguntar si ese afán de otorgar a las personas "tranquilidad existencial" (y creo que era esto lo que Marx quería decir con su famosa frase) no adquiere hoy en día una realidad con múltiples caras.
Son dos cosas diferenciadas,
el deseo vulgar de que la adoración a un equipo deportivo, representativo de la nación, actúe como cohesión social (se apela, de esa manera, también a la religión) y el esparcimiento que suponen esos eventos para que las personas olviden sus problemas y manifiesten alguna que otra "alegría". Pablo Carbonell, en su debut como director de cine en Atún y chocolate, expresaba de esta hilarante manera aquellos que mantienen dividida a la humanidad: "los partidos políticos, las religiones y los equipos de fútbol". El gran Javier Krahe, en uno de sus impagables temas denominado "En las Antípodas" (que es, en realidad, el mundo en que vivimos), nos relata los grandes males que sufre la humanidad, la mayoría con evidentes causas políticas y económicas, para acabar su canción del siguiente modo: "Pero es fantástico, martes y miércoles, jueves y sábados, lunes y vísperas, dan espectáculo con el esférico, y allí, al unísono, arman escándalo y es como un bálsamo para sus ánimas". Diré, para los que vayan a quedarse solo con la superficie de las cosas, que puedo disfrutar perfectamente de un evento deportivo (fútbol incluido). Dejando el humor, que es tan necesario también para denunciar y para dilucidar, quiero subrayar mi deseo de no caer en la simpleza ni en un análisis pobre e injusto. Solo deseo mostrar el fanatismo inhibidor que está detrás de determinadas aficiones, que vivimos en un país en el que la gente sale a la calle para celebrar los éxitos de su equipo, mientras gran parte es incapaz de movilizarse para defender sus más elementales derechos. Por otra parte, es evidente la vinculación de la nación (llámese también "dominación política") y de sus símbolos coloristas con pretendidos factores emocionales de cohesión. Lo siento, pero no conozco mayor elemento de cohesión que la solidaridad con todos los seres humanos (sea cual fuere el lugar donde han nacido), esa idea de fraternidad universal que permanece obstaculizada por fronteras políticas, económicas y religiosas.
Se me dirá que todo esto es otra forma de abstracción, un ideal muy bello inalcanzable (o, para ponernos filosóficos, situado en una realidad superior), pero mi forma de entender el anarquismo y el internacionalismo solo adquiere sentido en el análisis de las condiciones materiales actuales. Tal vez es lo que quería decir Herbert Read cuando aludía a "tensión mística" dentro del anarquismo, sus ideales espirituales tan elevados (que parten, según Bakunin, de la realidad material), los cuales pueden ocupar el lugar de cualquier otra creencia, pero sin olvidar que la idea solo adquiere sentido y desarrollo en la práctica. El anarquismo es sinónimo de ética comunitaria, de reconocimiento permanente en el otro y de predominancia del factor solidario (apoyo mutuo), y obviamente la comunidad no queda delimitada de manera artificial ni interesada, ni es símbolo tampoco de una mundo dividido en clases; por otra parte, si gran parte del anarquismo histórico considera que la libertad se conquista, y se completa, en la cooperación social y en ese reconocimiento de la libertad del otro, es muy bella también la consideración de que cada ser humano es "único" y de que el desarrollo de cada persona es algo inalienable para tener una vida plena. Es una confianza en nuestra propia individualidad, un rechazo del colectivismo más vulgar que nos convierte en miembros de un rebaño (metáfora religiosa que puede extender también a cuestiones "nacionales").
Factores de enajenación y control social

No creo que haya muchas personas que puedan discutir, a poco que reflexionen un poquito, que son muchos los que trabajan en el mundo para provecho solo de unos pocos. Es el sistema económico en que nos encontramos, el cual parece encontrar su base más sólida en el conformismo, la resignación o incluso la aprobación de gran parte de las personas. Podemos hablar también de enajenación, concepto que creo que se ha agravado y sofisticado con el paso de las décadas y el desarrollo de la tecnología y la información, o lo que es lo mismo, nos encontramos frente a un mundo ilusorio ajeno a nosotros (a nuestra condición social y humana). Puede que muchos discutan esto, y cuestionen qué es eso de nuestra condición o incluso consideren que es más bien la misma la que nos ha llevado a la situación actual. Frente a esto, que en mi opinión es producto de no desear reflexionar y profundizar demasiado en ninguna cuestión (algo que nos caracteriza en la sociedad actual), hay que volver a recordar que el mundo continúa estando ferozmente jerarquizado y siendo terriblemente injusto y desigualitario: una minoría es la que toma las decisiones y la que se aprovecha económicamente a costa de la mayoría. Los medios de comunicación se ocupan apenas de los síntomas de un sistema enfermo, cada vez más a modo de espectáculo que contemplar a través de un velo irreal, confirmando por lo demás el mundo en que vivimos. Muchos pensadores materialistas del pasado, con tanta razón en considerar las relaciones productivas tan importantes, serían incapaces de concebir el grado de sofisticación que tendría un sistema económico, basado en la explotación masiva, estrechamente vinculado a una tecnología y otros mecanismos sociales alienantes. Entre esos fenómenos de masas, se encuentra el deporte y, más concretamente en ciertas sociedades "desarrolladas", el fútbol. Es tal vez una de los ejemplos mejores del mundo en que vivimos: las personas sustentando a las empresas económicas más poderosas (los clubes de fútbol) con toda suerte de acciones y con todo tipo de excusas "patrióticas", que a su vez sirven muy bien como respiro o alivio ante la aflicción de los males personales y como apaciguamiento ante una posible rebelión social. No se trata de culpabilizar, ni de ofender sin más, porque además la enajenación es algo de lo que todos participamos, se trata de profundizar y dilucidar por qué pensamos y actuamos de cierta manera, y hacerlo es liberarnos un poquito; me parece eso lo más importante, todos tenemos esas capacidades para una conducta racional, por lo que no hay tratar a unas personas diferentes de otras cual si fueren un rebaño.
El fútbol es, al menos desde un punto de vista materialista (no hace falta recordar que le doy un sentido filosófico, y no vulgar, a esta palabra), algo parecido a la religión.
Se trata de una especie de alivio, como dijo el clásico acerca de la religión "el alivio de los que sufren", pero en ambos casos aludiendo a un alivio enajenante. Por supuesto, al menos en esta sociedad actual, esa enajenación tiene un lado útil, aunque sigue siendo el síntoma de una patología; lo importante es que se comprenda que si subsanamos los males del mundo, estrechamente vinculados a los males sicológicos individuales, el fenómeno de la enajenación irá disminuyendo y nuestra conciencia, moral e ideas serán muy diferentes. No es así en la concepción del progreso actual, con más problemas que soluciones. Los viejos despotismos no tienen, apenas, cabida hoy en día, pero a costa de un concepto de la libertad falso, de mera apariencia para decidir: en tener cualquier fe irracional, en ser un consumidor acrítico, en sentarse frente al televisor, en ir a despotricar a un estadio deportivo... Hay muchas más cosas en la vida de un individuo, algunas de ellas seguramente adoptarán formas menos alienantes, pero todas esas decisiones aparentemente libres antes mencionadas son producto, o están muy vinculadas, al mundo socioeconómico en el que vivimos. No desdeño otros factores en la vida social, pero sí creo que la enajenación es una de las características más evidentes de la realidad actual de las sociedades "avanzadas" y tiene una base esencialmente material. Las ideas pueden ser encomiables, transgresoras respecto a situaciones irracionales, pueden contribuir a hacernos mejores, pero también suelen ser abstractas y alienantes; es éste último caso el que más prolifera y que adopta tal vez su expresión más vulgar y sintetizadora en el fútbol (los mecanismos enajenantes de la religión y el patriotismo).
Hay quien opinará que la visión es tremendista, que incluso esos fenómenos son positivos y sirven de cohesión social, además de canalizar un papanatismo que podría adoptar peligrosos dogmas religiosos o políticos; en mi opinión, aunque algo de real puede tener ese análisis, sigue siendo una consecuencia del problema, no la solución, por lo que es una visión meramente superficial cautivada por símbolos y colores que pueden ser calificados de infantiles. Las energías de las masas, dirigidas a los grandes eventos deportivos (o de otra índole), podrían muy bien ser dirigidas a acabar con la pobreza, la guerra, la explotación y todos los males del mundo, pero para ello es importante analizar y profundizar, no seguir mirando hacia delante de forma ilusoria y acrítica. Somos un animal social, eso es ya indudable, desgraciadamente con cierta tendencia al gregarismo y al papanatismo; también seguramente, muy frágil, producto de esa dualidad de tener las capacidades de transformar nuestra realidad y, al mismo tiempo, estar muy condicionados por ella. Sin embargo, hablar de determinismo biológico o hablar de una naturaleza o esencia humana es claramente reducir las potencialidades; tenemos grandes capacidades intelectuales que, precisamente, pueden conducirnos a una mayor satisfacción y disfrute en la vida. Para ello, habría que empezar por cuestionar un mundo de apariencias, indagar en los problemas y no caer en las falsas soluciones; no se trata de hacer tabla rasa de uno mismo, ya que somos producto de muchas experiencias y resulta francamente difícil (e incluso, diría, está bien que así sea), pero sí es necesario para empezar un espíritu crítico. Es la base para desarrollar una conciencia, histórica, social y política, algo que es impensable en la sociedad actual de la enajenación.


 
Simone de Beauvoir - No se nace mujer.




Charlie Hebdo: La Agenda Oculta Expuesta 




Callense Teóricos de la Conspiración

 

“Stolen for Fashion” 
Robar vidas para estar a la moda PETA


 

CORTO ASESINOS, ¿DÍGAME? - Assassins, may I help you?
Eva and Nacho los protagonistas de una “normalidad” machista, atroz y absurda. Un mal gesto, un insulto, un grito, un empujón, una paliza… y no pasa nada, es solo el día a día. Un teléfono suena y se oye una voz: él, un joven cariñoso y amable; ella, una mujer que sólo le da problemas. Eva y Nacho, u otros nombres cualesquiera, son los protagonistas de una “normalidad” machista, atroz y absurda.





























NARCOSIS DE REBAÑO


“Para mantener la frágil estabilidad social todo lo posible

en la convergencia de catástrofes de las próximas décadas,

será esencial una cuidada gestión del entertaintment.”
 (Zbigniew Brzezinsky, La Era Tecnotrónica, 1973)




Ya no quedan Miguel Ángeles preparados para deteriorar bloques de mármol, Diegos capaces de manchar así una tela, Migueles emborronando folios ni Juan Sebastianes interrumpiendo al silencio. Qué lejos están ya aquellos días en los que el ser humano se sentía creador de su destino y que las ideas, previamente trasformadas en pasión, movían el mundo y lo hacían progresar. Aquel error colectivo ya no tiene fuerza de verdad. Hoy sabemos que la ciencia –como hizo Morfeo en Matrix- nunca prometió la paz o la felicidad, sólo la verdad, la exactitud, el dato. Que las ideas envejecen más pronto que un trend topic. ¿Sabemos? ¿Qué sabemos del Narcan®?



Con las neuronas convertidas en teflón, la vida del infra ser humano actual trascurre entretenida, entre digestión y digestión, ajena a la oscura miseria que le rodea, a la corrupción generalizada y jerarquizada de los “electos” que fingen gobernarle cuando sólo le vampirizan, alimentando de continuo y estratégicamente sus sueños de filias y fobias, pero mesándose los cabellos y rasgándose las vestiduras cuando, bajando la necesaria guardia –como recién le ha ocurrido a la Casa Real y la suprema cabeza de nuestra insigne y sacra Judicatura- se le ven las descaradas mañas (y el culo, de paso). Nada tan valioso como distraer la atención del rebaño, antes de cada “operativo”.



Fascinados por el prefabricado diseño del ensueño, nuestras vidas reales transcurren -y finiquitan- en un segundo plano, ajenas al hediondo proceso de la putrefactio. Y nadie quiere verlo. ¿Quién soy yo, auto proclamado agorero vigía de las postrimerías, apologista ciego, detractor sistemático, para reprochar a nadie su búsqueda desesperanzada de una nueva dosis de su analgésico favorito, en un intento vano por periclitar el sinsentido del dolor, la nausea?



Sin tiempo ya para la liturgia de rasgar el opecarpo, bendito sea el método Gregory. La prisa nos robó el dulce éxtasis de la magia de su flor blanca, violeta o fucsia de tornasolados pétalos. No queda paciencia con que aguardar la alquimia de la pegajosa resina marrón que ofrecía a su curso el exudado blanco y lechoso de su divino latex.



Aquietado así el virus de la mente moderna, verdadero activo tóxico de nuestro siglo, prosigue lento el rito, se restablece el juicio, allí donde es la naturaleza divina quien ostenta la corona y manda. Tiránica serenidad sin nubes. Alzado el telón, se trasparenta al fin el decorado y surge prodigiosa la Conciencia. Exquisita parsimonia. Todo está bien. Conforme a lo legislado, todo en orden. No moverse. No pensar. Suspendidos en "twilight zone", mundo intermedio entre el sueño y la vigilia. Así pasan la mayor parte de los borregos la anécdota de sus miserables vidas, aguardando el sacrificio, listos para el holocausto final. Dichosas las cabras, que aún pueden tirarse al monte...

  DISTORSIONES PATRIARCALES: LAS FEMINISTAS ODIAN LA AMABILIDAD?....


No. Lo que quieren es que no puedan ser amables sólo los hombres y hacia sólo las mujeres. Quieren que todo el mundo, que cualquiera pueda ser amable. Que un hombre pueda abrirle una puerta a otra persona, sin importar sus genitales ni las posibilidades de acostarse con ella. Que una mujer pueda cederle el asiento a otra persona si quiere.

Las feministas hacen por tanto una crítica racional empática al tema de la galantería, que combaten por su machismo y misoginia, pues se cosifica a la mujer en cómo se la concibe y en cómo se la trata y por tanto se degrada o caricaturiza la relación.

Desde la inteligencia feminista, luchamos por ser amables como gesto de cuidarnos y mimarnos las personas, y no como mecanismo para codificar a la gente y conseguir cosas de ella. La amabilidad es un rasgo humano no del Hombre.








¿Qué tienen las feministas contra el "halago"?

Expresarle a las personas el valor que les damos, lo que las apreciamos podrá hacer que se sientan halagadas, aunque lo normal es que haga que se sientan queridas y apreciadas, que no es lo mismo, pero sin duda alguna no es lo mismo que halagar, es algo mucho más hondo, empático, de relación humana, y no algo tan trivial y dañino como el halago que se le enseña al Hombre a hacer en el patriarcado.

En el patriarcado se le dice al Hombre que debe halagarlas con regalos y palabras. ¿Para qué? Aquí aparece otro de los elementos distorsionantes y desagradables del “halago” (a parte de que está claro que es unidireccional: del Hombre a las mujeres): para que les den placer sexual o en el más permanente de los casos ¿amor? (el unidireccionalismo se ve en que si le damos la vuelta, no es lo mismo. Las mujeres deben respetar al Hombre, admirarse de sus méritos reales, y ahí está el sistema de héroes y tal, no hace ninguna falta que se le digan tonterías huecas; también porque Él manda en realidad respecto al sexo, por eso durante siglos si ellas no querían sencillamente las violaba y eso se consideraba “seducir”, no tortura). Halagar a alguien no es valorar y apreciar a alguien y hacérselo saber, al menos no en el patriarcado: a las mujeres hay que halagarlas para “llevárselas al huerto”, “tener la llave a su corazón”, como dicen metafóricamente (porque si fuera eso la llave a que te quieran, qué cosa tan insignificante serían las mujeres!, como lo que nos han dicho durante siglos contra toda evidencia!; y si es metáfora de su vagina, ya sabemos, es siempre lo mismo, y encima consideran de mal gusto que lo denunciemos).







Toda esta ideología es machista y misógina. Las mujeres son personas con mentes humanas, no niñas caprichosas a las que hay que engatusar para que te obedezcan o hagan lo que quieres.

Si el Hombre quiere “comprender a las mujeres” bastaría con que empezara a desarrollar inteligencia feminista para limpiar su mente del dogmatismo patriarcal, y así vería que la mente humana es impresionante y compleja y que los genitales no determinan su desarrollo. Con cada “no comprender” suyo se nos está diciendo: “sois caprichosas, hay que manipularos para sacar algo bueno de vosotras”. Como a “los indios” con las cuentas y los cristalinos. Cruel la ideología patriarcal, violenta en extremo.

Valorar a las personas es algo que necesita cualquier persona, hacerlo y recibirlo. Engañar, engatusar, manipular, cosificar, usar estrategias es algo que necesitan hacer quienes no pueden sentir empatía hacia quienes tienen delante, esa inteligencia.



Si quieres que te quieran, aprende a querer, a valorar a las personas, y no a tratarlas como si no fueran personas (como si fueran muñecas). (Hay que ver qué afición tiene el hombre patriarcal a jugar con muñecas, qué obsesión con forzar a otras personas a ser sus muñecas!) La igualdad va de mirarse las personas a los ojos y hablarse como personas, no de juegos de poder.



Cómo anular con halagos

 
 
Hablando de musas, “ser musa” fue la jodida estrategia patriarcal para anular a las mujeres artistas, al menos, respecto a que pasaran a la historia como artistas (consiguieron hacer daño, sin duda), no que consiguieran que ellas dejaran de crear (la música siempre ha estado ahí, a pesar de todo el ninguneo, subestimación, desprecio, miedo y odio)… Otorgándoles el honor de Ser Musa, se suponía que no podrían elegir otra cosa: qué mayor honor que ser inspiración del Hombre artista? Muy triste, abusivo y bobo.




Era bastante asqueroso porque el tema era: había una mujer artista entre muchos hombres artistas (no era fácil para las mujeres ser nada que no fuera madre, puta y poco más) y la anulaban como con los “piropos”, cosificándola y distorsionando el valor de su aporte. Y encima colaba.

Sin el dolor igual, me pregunto si se parece a cómo opera la violación en el patriarcado: si los chicos se quieren acostar contigo, has sido elegida, mola (que luego en lugar de a 5 se te tiran sólo 2, por qué será), y luego es tu condena. Si te conviertes en musa, mola, y luego es tu condena.




SALIDA 
El contraste exagerado entre los ciudadanos sin emociones y caracterizado teléfonos revela nuestra sobre - dependencia de la comunicación virtual
Una consecuencia dramática y extrema muestra una actitud negativa, de la que nadie puede escapar a la tendencia de la tecnología que originalmente viene de la infinita apetencia de los 

seres humanos





Paulo Freire 
Las ideas de Freire se basan en una pedagogía de la pregunta para la liberación de los oprimidos, es decir, de la mayor parte de la población del planeta. La educación se plantea como un proceso dialógico de ida y vuelta, orientado a romper el silencio esclavizante y recuperar la palabra negada. Según Freire educador y educando, a través del diálogo franco, aprenden, enseñan y reinventan la historia. 




Globalización






Rictus: Fábrica de candidatos




Linn (Rein Raamat, 1988)
 

Film soviético (de la actual Estonia) que muestra horrores de una ciudad urbanizada. Producido por Tallinnfilm. 




Habitat (Jan Baca & Toni Garriga, 1971 
Cortometraje indepeniente. Nos habla de cómo el urbanismo salvaje acaba con el  individuo, su hábitat y sus libertades.



 


En el país de la Bella Flor (Fernando Laverde, 1972)  
Animación que trata sobre un país llamado "Bella Flor", donde un nuevo gobernante le promete a sus habitantes un cambio para mejorar, obedeciendo a un inhumano robot. Los habitantes se dan cuenta del engaño e inician su revolución...

 


FURIA niñas oscuraS



Yo tampoco soy Charlie Hebdo




 "En defensa de Charlie Hebdo se dicho que criticaban a todas las religiones, partidos y políticos. Cierto, pero se necesita ser muy idiota para no entender que no es lo mismo criticar a la Jerarquía Católica o al Sionismo que criticar al Islam. No es lo mismo burlarte de instituciones con poder que hacerlo de las violencias que vive un pueblo oprimido. Criticar aparatos de poder colonial, imperialista y patriarcal es subversivo, pero satirizar a poblaciones vulneradas por el odio, el racismos y la xenofobia es ser cómplice de la opresión"